Mira tú por dónde hoy, entre tarea y tarea doméstica, la lámina de Andrés Rábago que viajó desde La Laguna hasta Villavieja acabó cruzando de un lado del paralelepípedo ligeramente irregular que es mi dormitorio al opuesto. Y mira tú que hoy me volví a cruzar con su heterónimo y pensé: lo ha vuelto a hacer. Efectivamente, gracias, lo ha vuelto a hacer.