Ryuichi


Leyendo determinada prensa extranjera se percata uno de cuál es el nivel patrio. La extensión y detalle del artículo abruma. Todo para contar la mala música que se suele escuchar cuando vamos a comer por ahí. Por ahí: léase la colección de restaurantes que aparecen referenciados para hacernos una idea del nivel que se gasta el articulista.
Vino de mano amiga y colaboradora. Me hizo viajar un rato por NY.
No dejen de visitar las páginas de Kajitsu y Kokage. Damned money.

Last fall a friend told me a story about Ryuichi Sakamoto, the renowned musician and composer who lives in the West Village. Mr. Sakamoto, it seems, so likes a particular Japanese restaurant in Murray Hill, and visits it so often, that he finally had to be straight with the chef: He could not bear the music it played for its patrons.
The issue was not so much that the music was loud, but that it was thoughtless. Mr. Sakamoto suggested that he could take over the job of choosing it, without pay, if only so he could feel more comfortable eating there. The chef agreed, and so Mr. Sakamoto started making playlists for the restaurant, none of which include any of his own music. Few people knew about this, because Mr. Sakamoto has no particular desire to publicize it.
It took me a few weeks to appreciate how radical the story was, if indeed it was true. I consider thoughtless music in restaurants a problem that has gotten worse over the years, even since the advent of the music-streaming services, which — you’d think — should have made it better.
If I’m going to spend decent money on a meal, I don’t want the reservation-taker, the dishwasher or someone from the back office to be cooking it; I want someone who is very good at cooking food to do it. The same should apply to the music, which after all will be playing before, during and after the eating.
I would prefer that music not seem an afterthought, or the result of  algorithmic computation. I want it chosen by a person who knows music up and down and sideways: its context, its dynamism and its historical and aural clichés. Such a person can at least accomplish the minimum, which is to signal to the customer that attention is being paid, in a generous, original, specific and small-ego way.
In February, I went to Mr. Sakamoto’s favorite restaurant, on 39th Street near Lexington Avenue, with my younger son. It is a split-level operation: On the second floor is Kajitsu, which follows the Zen, vegan principles of Shojin cuisine, and on the ground floor is Kokage, a more casual operation that incorporates meat and fish into the same idea. (A Japanese tea shop, Ippodo, occupies a counter toward the front of the street-level space.)

El artículo completo anida aquí.

los vecinos invisibles

Vivimos de espaldas a los vecinos. A los de arriba, a los de al lado, a los de abajo. Nuestros vecinos son quienes pagan los canales de distribución, la publicidad, los medios. Vivimos de espaldas.
Gracias, A.

lejos de la tierra, los peligros


piélago
Del lat. pelăgus, y este del gr. πέλαγος pélagos.
1. m. Parte del mar, que dista mucho de la tierra.
2. m. mar.

insidioso, sa
Del lat. insidiōsus.
1. adj. Que arma asechanzas. U. t. c. s.
2. adj. Que se hace con asechanzas.
3. adj. Malicioso o dañino con apariencias inofensivas.
4. adj. Med. Dicho de un padecimiento o de una enfermedad: Que, bajo una apariencia benigna, oculta gravedad suma.

The matter, forme and power of a common-wealth ecclesiasticall and civil


Que son músicos, melómanos y vienen del jazz tampoco es ninguna sorpresa.
Ya aparecieron por aquí.
De seguido no puedo con ellos.
De una finura lacerante.

Midlake was formed in 1999 by a group of jazz students at the University of North Texas College of Music. The original lineup consisted of Tim Smith (vocals, guitars, keyboards), McKenzie Smith (drums), Paul Alexander (bass), Eric Nichelson (guitar), and Evan Jacobs (keyboards). Their initial work – under the name "The Cornbread All-Stars" – consisted of funk/jazz explorations heavily influenced by Herbie Hancock. 

No one seems to be around today
They must've all gone off without me again
I think I'll head home

Maybe I'll find them gathered 'round my doorstep
Oh, to sleep in a comfortable bed
I think I'll head home

No one seems to be around today
They must've all gone off without me again
I think I'll head home
I think I'll head home

Bring me a day full of honest work
And a roof that never leaks
I'll be satisfied

Bring me the news all about the town
How it struggles to help all the farmers out
During harvest time

But there's someone I'd like to see
She never mentions a word to me
She reads Leviathan

I think I'll head home
I think I'll head home
I think I'll head home

Bring me a day full of honest work
And a roof that never leaks
I'll be satisfied

Bring me the news all about the town
How it struggles to help all the farmers out
During harvest time

But there's someone I'd like to see
She never mentions a word to me
She reads Leviathan

I think I'll head home
I think I'll head home
I think I'll head home
I think I'll head home

I think I'll head home
I think I'll head home
I think I'll head home
I think I'll head home




 
 

el fino del danés

affiliāre

 




Vídeos magníficos. Tema para rayar la pista. Meute: la rueda que uno se pregunta cómo es que tuvo que inventarse, de tan evidente, y sin embargo hubo que. Y la letra, pues eso, más de lo mismo. Pasan los siglos y más de lo mismo. Así nos va, de tan buena la propuesta.

Gonna be you and me
It's gonna be everything you
You've ever dreamed
It's gonna be who and me
It's gonna be everything
Gonna be you and me
Gonna be everything you
You've ever dreamed
Gonna be who and me
Gonna be everything...

Be, eh, eh
Have you gone off your love
Eh, eh
Have you gone off your love
Eh, eh
Have you gone off your love
Eh, eh
Have you gone off your love

It's gonna be you and me
Gonna be everything you
You've ever dreamed
Gonna be you and me
Gonna be everything...

la soledad del HomePod

La publicidad es ese lugar tan contradictorio  donde se citan la creatividad más excelsa con los intereses económicos más precisos. Y si no, lean.

los deberes





 
Homework! Oh, Homework!
I hate you! You stink!
I wish I could wash you away in the sink,
if only a bomb
would explode you to bits.
Homework! Oh, homework!
You're giving me fits.

I'd rather take baths
with a man-eating shark,
or wrestle a lion
alone in the dark,
eat spinach and liver,
pet ten porcupines,
than tackle the homework,
my teacher assigns.

Homework! Oh, homework!
you're last on my list,
I simple can't see
why you even exist,
if you just disappeared
it would tickle me pink.
Homework! Oh, homework!
I hate you! You stink! 

Jack Prelutsky

this is A.



Si aguantan al tipo de abajo, dice algunas cosas interesantes sobre el vídeo. Aquí hay más y también aquí. Muy fino y muy bien hilado todo.
Y lo de Hiro, pues eso, Marte.

rough

Lujos: escucharla en vinilo antes de, persiana a media asta, los dos solos.
La versión alternativa me encanta. Sin pulir

contó Lanza



El cuento: absolutamente atónito, desconcertado, incrédulo, emocionado, abrumado, exhausto.
Como no podía ser de otra manera, lo de Juan Carlos era otra galaxia:

"El pesimismo de mi padre en estos últimos años, era una forma cabalística de burlar la muerte", afirmó Jorge Onetti. El enclaustramiento progresivo del escritor, absoluto en el último año, se debía, según su hijo, "a su deseo de perderse en la multitud".

La necrológica completa está aquí. Era Madrid y era 1994. En nuestro país aún no habíamos caído claramente del guindo.

O bien:

Los años españoles se caracterizaron por una menor producción literaria pero de muchos premios y participaciones en congresos, participaciones que muchas veces se vieron afectadas por timidez de Onetti, quien llegó a permanecer encerrado en la habitación del hotel durante la celebración del Primer Congreso Internacional de Escritores de Lengua Española en la ciudad de Las Palmas, en Gran Canaria, evento del cual había sido designado presidente, negándose a participar en ninguna de las actividades previstas. 

En 1987 publica Cuando entonces, su primera novela después de ocho años. Para entonces, Onetti llevaba una vida cada vez más ermitaña: pasó sus últimos doce años encerrado en su departamento sobre la avenida América, en donde recibía la visita de lectores y periodistas, sin salir prácticamente de su cama, leyendo, fumando y tomando whisky. 

Lo de la cama es más que lógico. Del espirituoso y lo demás, ni te cuento.
Hoy, por cierto, ahora, está jugando Uruguay, ese agujero negro inverso de talento.
El infierno tan temido
La primera carta, la primera fotografía, le llegó al diario entre la medianoche y el cierre. Estaba golpeando la máquina, un poco hambriento, un poco enfermo por el café y el tabaco, entregado con familiar felicidad a la marcha de la frase y a la aparición dócil de las palabras. Estaba escribiendo “Cabe destacar que los señores comisarios nada vieron de sospechoso y ni siquiera de poco común en el triunfo consagratorio de Play Roy, que supo sacar partido de la cancha de invierno, dominar como saeta en la instancia decisiva”, cuando vio la mano roja y manchada de tinta de Partidarias entre su cara y la máquina, ofreciéndole el sobre.
-Esta es para vos. Siempre entreveran la correspondencia. Ni una maldita citación de los clubs, después vienen a llorar, cuando se acercan las elecciones ningún espacio les parece bastante. Y ya es medianoche y decime con qué querés que llene la columna.
El sobre decía su nombre, Sección Carreras. El Liberal. Lo único extraño era el par de estampillas verdes y el sello de Bahía. Terminó el artículo cuando subían del taller para reclamárselo. Estaba débil y contento, casi solo en el excesivo espacio de la redacción, pensando en la última frase: “Volvemos a afirmarlo, con la objetividad que desde hace años ponemos en todas nuestras aseveraciones. Nos debemos al público aficionado”. El negro, en el fondo, revolvía sobres del archivo y la madura mujer de Sociales se quitaba lentamente los guantes en su cabina de vidrio, cuando Risso abrió descuidado el sobre.
Traía una foto, tamaño postal; era una foto parda, escasa de luz, en la que el odio y la sordidez se acrecentaban en los márgenes sombríos, formando gruesas franjas indecisas, como en relieve, como gotas de sudor rodeando una cara angustiada. Vio por sorpresa, no terminó de comprender, supo que iba a ofrecer cualquier cosa por olvidar lo que había visto.
Guardó la fotografía en un bolsillo y se fue poniendo el sobretodo mientras Sociales salía fumando de su garita de vidrio con un abanico de papeles en la mano.
-Hola -dijo ella-, ya me ve, a estas horas recién termina el sarao.
Risso la miraba desde arriba. El pelo claro, teñido, las arrugas del cuello, la papada que caía redonda y puntiaguda como un pequeño vientre, las diminutas, excesivas alegrías que le adornaban las ropas. “Es una mujer, también ella. Ahora le miro el pañuelo rojo en la garganta, las uñas violentas en los dedos viejos y sucios de tabaco, los anillos y pulseras, el vestido que le dio en pago un modisto y no un amante, los tacos interminables tal vez torcidos, la curva triste de la boca, el entusiasmo casi frenético que le impone a las sonrisas. Todo va a ser más fácil si me convenzo de que también ella es una mujer”.
-Parece una cosa hecha por gusto, planeada. Cuando yo llego usted se va, como si siempre me estuviera disparando. Hace un frío de polo afuera. Me dejan el material como me habían prometido, pero ni siquiera un nombre, un epígrafe. Adivine, equivóquese, publique un disparate fantástico. No conozco más nombres que el de los contrayentes y gracias a Dios. Abundancia y mal gusto, eso es lo que había. Agasajaron a sus amistades con una brillante recepción en casa de los padres de la novia. Ya nadie bien se casa en sábado. Prepárese, viene un frío de polo desde la rambla.
Cuando Risso se casó con Gracia César, nos unimos todos en el silencio, suprimimos los vaticinios pesimistas. Por aquel tiempo, ella estaba mirando a los habitantes de Santa María desde las carteleras de El Sótano, Cooperativa Teatral, desde las paredes hechas vetustas por el final del otoño. Intacta a veces, con bigotes de lápiz o desgarrada por uñas rencorosas, por las primeras lluvias otras, volvía a medias la cabeza para mirar la calle, alerta, un poco desafiante, un poco ilusionada por la esperanza de convencer y ser comprendida. Delatada por el brillo sobre los lacrimales que había impuesto la ampliación fotográfica de Estudios Orloff, había también en su cara la farsa del amor por la totalidad de la vida, cubriendo la busca resuelta y exclusiva de la dicha.

Aquí hay una aproximación analítica al texto. Y el texto completo, pues donde ustedes quieran encontralo.

Serpientes como brazos encerradas.
Sus pómulos afilados y romos.
El calor y el polvo.
Suena Love y recuerda a Tim.

as a painter as well

De aquí, extraigo este último párrafo:
 
Bishop worked as a painter as well as a poet, and her verse, like visual art, is known for its ability to capture significant scenes. Though she was independently wealthy and thus enjoyed a life of some privilege, much of her poetry celebrates working-class settings: busy factories, farms, and fishing villages. Analyzing her small but significant body of work for Bold Type, Ernie Hilbert wrote: "Bishop's poetics is one distinguished by tranquil observation, craft-like accuracy, care for the small things of the world, a miniaturist's discretion and attention. Unlike the pert and wooly poetry that came to dominate American literature by the second half of her life, her poems are balanced like Alexander Calder mobiles, turning so subtly as to seem almost still at first, every element, every weight of meaning and song, poised flawlessly against the next."

lo que es la enucleación y el metanal el 40%

Todo en José es magnífico. Desde su ojo hasta su hermana. No sé ni cómo hemos conseguido llegar aquí.


enuclear
Del lat. enucleāre 'quitar el hueso o la pepita de un fruto'.
1. tr. Biol. Extraer el núcleo de una célula.
2. tr. Med. Extirpar un órgano globoso, como un tumor o el globo ocular.