los gases son comprensibles
filias y parafilias en otro cuaderno de Juan Bay
las escaleras del Jorge Juan
la redención del teniente
La tenía pendiente hace más de tres décadas. Quién me iba a decir que caería en Soria.
Lo que imaginaba: difícilmente clasificable, dura, por momentos desagradable y cómica, Harvey inmenso, grano grueso, sexo, drogas, degradación moral y urbe. Se me había escapado en mi imaginería la religión; craso error el mío. Brutal todo. Zoë incluida.
Los últimos casi veinte minutos son para recordarle, a quien ruede y no sepa cómo acabar su obra, cómo hacerlo. De clase magistral.
la poesía, en cambio, siempre pesa igual
Curiosidades
Me ha dicho el médico que me pese cada mañana. De ese modo, si un día cojo unos gramos, al siguiente pondré los medios para perderlos. No es preciso añadir que se trata de un médico obsesivo, pero ni los médicos ni las esposas nos tocan en la lotería. Si estoy con él, me digo, por algo será. De otro lado, me gusta la idea de corregir el martes los errores del lunes. Lo primero que hago al sentarme frente al ordenador, a primera hora, es repasar las páginas escritas la jornada anterior. Siempre tacho algunas palabras o añado otras. Gracias al médico obsesivo he empezado a relacionarme con mi cuerpo como si fuera una novela que escribo día a día. Hoy peso 200 gramos más que ayer por culpa de una cena que ni siquiera me hizo feliz. Pues nada: a tachar esos doscientos gramos a base de frutas y punto (punto y aparte).
Los gases son comprensibles, en formato tangible
Los padres mienten
Mi hermano mayor me despertó a medianoche para revelarme el siguiente secreto:
¿Dónde están los sabios?
uno delante y otro detrás
JCC
speciality/specialty/even split personality
Godland de Sevilla a Soria
1971
Por momentos, el expresionismo alemán. Nunca había escuchado el bolero así.
Pues creo que con la dirección de este señor, chimpún.
medio drogados
perdimos la cuenta
y en la despedida
anoté tu saliva
y he estado pensando
que igual no era un sueño
que estaba pasando,
y he decidido salir a buscarte
y llamar a tu puerta
y llevarte a la cima
más fría para que me abraces
buscando calor
y acabar el beso que
medio drogados nos dimos ayer.
una y mil veces
y luego quiero que te quedes
para siempre junto a mí.
pero ahora que ya estás aquí
que se esperen los demás.
ahora te toco
te beso, te abrazo,
te mimo, te pido seguir a lo loco,
que el mundo se acaba,
que el tiempo se agota,
que lo que no hagamos ahora
no cuenta en la última hora,
ven conmigo a la cima más fría
y abrazame fuerte
y dame calor
y acaba ese beso que
medio drogados nos dimos ayer,
y acaba ese beso que
medio drogados nos dimos ayer.
eso, la luz
Cuesta imaginar que José Ángel se pudiera sustraer de FGL. Quién puede, sobre todo en aquellos años.
En el segundo, ecos aparte de Federico, el tratado de óptica es de libro.
Son grises los días.
La adolescente
Ya baja mucha luz
por tus orillas,
nadie recuerda la invasión del frío.
Ya los sueños no
bastan para darle
razón de ser a todos los suspiros.
Tú cantas por el
aire.
Ya se ponen de
verde los vestidos.
Ya nadie sabe nada.
Nadie sabe
ni cómo ni por qué ni cuándo ha sido.
Transparencia de la
memoria
Como en un gran salón desierto al cabo los espejos
han absorbido todas las figuras,
tal en el centro inmóvil bebe
la luz desnuda todo lo visible.
José Ángel Valente