En el curso
de un paseo de un cuarto de hora había pasado por delante de un hospital, de
una cárcel, de un manicomio, de una escuela de enfermeras, de una iglesia y de
un cuartel de bomberos. ¿No era un especie de compendio de la existencia? Sólo
faltaba el cementerio, que no estaba tan lejos.
El gato. George Simenon
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