El que escribía versos en busca de claridades,
en sus angustias trazaba estas líneas de carácter casi religioso. Misericordia. Un religioso laico, o viceversa. Pere Rovira lo disecciona bien en este artículo, casi un panegírico.
Qué difíciles determinadas apuestas, determinados equilibrios.
Cuarenta inviernos
De nuevo mi
garganta
lucha por respirar,
el tranvía nocturno
suena como un tambor,
más de cuarenta inviernos
puedo contar aquí.
Misericordia, pongo
mi cuerpo a cuatro patas,
dibujo sombras, desciendo muros.
Fingiré la demencia,
otros cuarenta inviernos
que no me obliguen a vivir.
lucha por respirar,
el tranvía nocturno
suena como un tambor,
más de cuarenta inviernos
puedo contar aquí.
Misericordia, pongo
mi cuerpo a cuatro patas,
dibujo sombras, desciendo muros.
Fingiré la demencia,
otros cuarenta inviernos
que no me obliguen a vivir.
Vida tan malograda
Vida tan malograda no debiera contarse,
a quién hablar, con qué lenguaje.
De haber verdades o razones o respuestas
para mí mismo las tuviera.
Si delicada o poderosa
pudiera mi mano consolarte
a ti te la daría,
mas no la tengo para nadie.
a quién hablar, con qué lenguaje.
De haber verdades o razones o respuestas
para mí mismo las tuviera.
Si delicada o poderosa
pudiera mi mano consolarte
a ti te la daría,
mas no la tengo para nadie.
Alfonso Costafreda
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