De aquí:
Y aquí:
A aquí en un primoroso artículo:
We don’t know much about her. We don’t even know her name. What we do know is that the woman who wore the above prosthetic lost her nose in the middle of the 19th century due to a raging case of syphilis.
Y hasta aquí, en una primorosa serie de diez capítulos que me hipnotiza tanto como me despierta la insaciable curiosidad.
El camino, claro, puede ser recorrido al revés, que es en realidad como yo lo hice.
Si queréis más sobre rinoplastias, monogamias y sífilis, aquí tenéis otros primores.
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