Hace ya unos días que se fue, pero yo me voy a despedir de él hoy domingo por la tarde, a modo de simbólica liturgia. Le voy a poner una música a este rito, una tonada del otro hemisferio. Voy a orar para que este tiempo sea capaz de generar individuos con una sabiduría, si no igual, sí cercana a la de Astor, a la de Tomas. Voy a orar para que las nubes de la mediocridad se disipen, que diría un querido amigo.
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