Joder, don Manuel, gracias a dios alguien lo dijo:
Una persona se define por lo que hace, no por lo que dice. Está escrito en el Libro Sagrado: por sus frutos los conoceréis, una regla que puede aplicarse al conocimiento de Juan Antonio Corbalán por la forma cómo en sus tiempos de gloria jugaba al baloncesto y por el trabajo y la disposición de servicio que usa ahora ejerciendo el liderato fuera de la cancha.
El resto del artículo, un panegírico y un lamento -aquellos tiempos donde el deporte y los valores morales iban de la mano pasaron- de Manuel Vicent, se halla aquí.
Yo de un tiempo a esta parte trato de seguir las andanzas de un equipo que, salvando las distancias, me recuerda a aquella época y además juega como los ángeles.
Un epílogo de antología de la añoranza: cuando servidor escuchaba las andanzas del Real Madrid por Europa, transistor en mano a veces incluso en clase, el momento álgido era el de la presentación de los jugadores blancos en el pabellón de La Mano de Elías. Los macabeos rompían a aplaudir cuando llegaba el nombre de Corbalán. Uf.
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