Un final claramente evocador de Ozymandias: nada queda de la grandilocuencia, de los ánimos megalómanos.
El mapa y el territorio; las escalas; la representación. Asuntos estos, y otros que no cito y que claramente pueden emanar del texto, como para echar el día. Pero el día tiene ya sus labores pautadas, hace sol y los ácaros poco a poco van emigrando.
Los techos son muy, pero que muy altos. Hay mucho volumen de aire por estancia con sensación de estatismo, Jvr.
Del rigor en la ciencia
En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía
logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad,
y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas
Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa
del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él.
Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes
entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a
las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste
perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos;
en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.
Suárez Miranda: Viajes de varones prudentes, libro cuarto, cap, XLV, Lérida, 1658.
Jorge
Luis Borges
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