Hasta los golfos tienen sus códigos y sus fidelidades. Lo saben Manolo, Raúl, Ruth y Luis. No así Antonio, que lo descubre en el último momento. Enorme película para ser la primera.
Y Manolo, pues eso, un príncipe de Triana. Apoteósico todo el gimnasio, desde la entrada hasta la salida con chándal.
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