Solo

Parece como si fuera, al menos, dos películas distintas. Y hay una de ellas que trascurre en un gris marrón mate que en un momento me hizo preguntarme, literalmente, si habría algo mal en la proyección. Tal es la espesura cromática. Luego hay mucho western, pero un western de la Disney, o sea, de risa, limado de aristas, neutro, simplón, barato, familiar, políticamente correcto, imbécil.  Y, en medio, hay alguna escena de acción -un abordaje a un transiberiano futurista, una de indios y diligencia, una de piratas, todo ello metido en la misma escena-, que me pareció magnífica. Pero la película, que es el todo, es un completo desastre. Probablemente volveré a verla, como me ocurre tantas veces en estos casos, sólo por disfrutar de una toma, una ambientación, un robot.
Leo por ahí que el actor que protagoniza a Lando lo hace muy bien y es muy carismático. A mí me parece infumable. Claramente cumplo años: no estoy en la onda.
Aquí hay un crítica con la que coincido en casi todo salvo en la apreciación de los actores.

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