El poeta,aquí, hace trampa. O quizás no. No es una disyunción baladí. Si está antes del último verso, no la hace. Si está en el luego, diría que es un tramposo. En cualquier caso, son disquisiciones que no van a ninguna parte, pese a mi comienzo. En el tránsito hacia el oasis que quizás sea un espejismo, uno no busca la verdad: busca el oasis. Y si luego era espejismo o verdad, pero efímera, ya veremos. Porque el oasis es la salvación, el agua, la redención, la sombra, la morada, el alimento. Y caminar por el desierto es tarea ímproba sin oasis que vislulmbrar.
Quien me lo envía sabe. Gracias, como siempre.
Rafael Argullol.
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