eso, la luz

Cuesta imaginar que José Ángel se pudiera sustraer de FGL. Quién puede, sobre todo en aquellos años.

En el segundo, ecos aparte de Federico, el tratado de óptica es de libro.

Son grises los días.

La adolescente

Ya baja mucha luz por tus orillas,
nadie recuerda la invasión del frío.

Ya los sueños no bastan para darle
razón de ser a todos los suspiros.

Tú cantas por el aire.

Ya se ponen de verde los vestidos.
Ya nadie sabe nada.
                                   Nadie sabe
ni cómo ni por qué ni cuándo ha sido.


Transparencia de la memoria

Como en un gran salón desierto al cabo los espejos

han absorbido todas las figuras,

tal en el centro inmóvil bebe

la luz desnuda todo lo visible.


José Ángel Valente

No hay comentarios:

Publicar un comentario