Me dijo que pensaba que sus preferencias literarias no me interesarían. Me envió esto que sigue y otra más. Erró.
Si me lo pide me pongo en cuatro patas
en dos, en una
meneo la cola
doy vueltas
me hago la muerta
salto por una galleta
le lamo los pies.
Y es que me muero de gusto cuando me rasca panza arriba.
Soy la perra más perra
que jamás nadie haya abandonado.
Amo a este hombre misógino.
Deseo su sexo descarado que pasea de aquí para allá
que entra donde como y cuando él lo desea
vomita su odio en mí y se va.
Yo, maravillosa artesana,
hago de su asco mi mejor creación:
una réplica suya mejorada.
Del vómito incubado en el más repugnante de los seres
nacerá la criatura que lo iguale en fuerza
y sea capaz de destruirlo por envidia
como yo no pude hacerlo por amor.
Miriam Reyes
Acertado el título de tu entrada. Me ha dado un escalofrío este poema.
ResponderEliminarSegún la RAE:
yerro.
(De errar).
1. m. Falta o delito cometido, por ignorancia o malicia, contra los preceptos y reglas de un arte, y absolutamente, contra las leyes divinas y humanas.
A mí me pasó algo parecido. Me fui a buscarlo a la RAE y me encontré con esa bestialidad de definición.
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