Young Venetian Lady's Dürer
Portrait Revisited
Volví para ver a la joven
veneciana que me mostró el consuelo del amor. Es inmortal y me causa dulcemente
daño. Está entregada a un aire que nunca me abrirá. Hace siglos tuve un sueño
en sus labios. Está intacto. Ella ahí lo dejó y ahí se queda, cerrado para mí,
que lo soñé.
Juan Gelman y Alberto Durero,
allá por 1505.
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