El bueno de Jon retrató así la presentación del libro el primer día de diciembre en el Coscorrón. Rezuma amor. Gracias.
Las fiestas en El Coscorrón, normalmente, empiezan más tarde. De hecho, a las 21.00, los parroquianos del bar de Chule solemos estar macerando una excusa para el “me han liado” típico, y posterior, al tercer o el cuarto quinto de más.
Pero si Juan Bay nos lo pide, cambiamos las costumbres que sean menester. Porque un estreno de libro es aliciente suficiente para retrasar la cena, o en su defecto, saltársela. ¿no dicen que la poesía alimenta el alma? Pues eso, procedamos a investigar (una vez más) si es verdad, y con el consumo moderado de otras drogas blandas como el agua, el ego, el aire, el swing, el piano y la efervescencia, asistimos a una performance en el piso de arriba.
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