No hace falta ser un visionario para aventurar que esta película se convertirá en obra de culto, si no la ha hecho ya. Salí impactado anoche y me he levantado igual hoy.
Wes me hizo reflexionar. Lo admiro y envidio. Pero me produce al mismo tiempo un estímulo, un ánimo de no bajar la guardia. Su creatividad y su ética es, por así decirlo, un faro.
Así, no es de extrañar lo suyo con Juman, claro.
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