duraznos

Otra tarde más de domingo, esta vez un tanto extraña porque mañana es festivo. Diciembre ha entrado como un atropello, y en contraste con las imágenes sensuales y veraniegas de Louise, la luz se va tan pronto, y el frío y el viento laceran.
Te advierto lo que nadie me advirtió, como si valiese, como si realmente quisiera prevenir. Los recursos del poeta para llevarnos adonde quiere, a su angustia, a su desesperación; no te atenderá.

The sensual world

I call to you across a monstrous river or chasm
to caution you, to prepare you.

Earth will seduce you, slowly, imperceptibly,
subtly, not to say with connivance.

I was not prepared: I stood in my grandmother’s kitchen,
holding out my glass. Stewed plums, stewed apricots–

the juice poured off into the glass of ice.
And the water added, patiently, in small increments,

the various cousins discriminating, tasting
with each addition–

aroma of summer fruit, intensity of concentration:
the colored liquid turning gradually lighter, more radiant,

more light passing through it.
Delight, then solace. My grandmother waiting,

to see if more was wanted. Solace, then deep immersion.
I loved nothing more: deep privacy of the sensual life,

the self disappearing into it or inseparable from it,
somehow suspended, floating, its needs

fully exposed, awakened, fully alive–
Deep immersion, and with it

mysterious safety. Far away, the fruit glowing it its glass bowls.
Outside the kitchen, the sun setting.

I was not prepared: sunset, end of summer. Demonstrations
of time as a continuum, as something coming to an end,

not a suspension: the senses wouldn’t protect me.
I caution you as I was never cautioned:

you will never let go, you will never be satiated.
You will be damaged and scarred, you will continue to hunger.

Your body will age, you will continue to need.
You will want the earth, then more of the earth–

Sublime, indifferent, it is present, it will not respond.
It is encompassing, it will not minister.

Meaning, it will feed you, it will ravish you,
it will not keep you alive.

El mundo sensual

Te hablo a través de un río monstruoso o un abismo
para advertirte, para prepararte.

La tierra te seducirá, lenta, imperceptible,
sutilmente, por no decir con tu consentimiento.

Yo no estaba preparada: de pie en la cocina de mi abuela,
sosteniendo mi vaso. Ciruelas en compota, damascos en
     compota...

el jugo vertido en el vaso de hielo.
Y el agua agregada con paciencia, un poco cada vez,

los diversos primos opinando, probando
con cada agregado...

aroma a fruta de verano, concentrada intensidad:
el líquido coloreado que se volvía más claro
gradualmente, más radiante,

atravesado por más luz.
Placer, después solaz. Mi abuela esperando

por si alguien quería más. Solaz, después
ensimismamiento profundo.
Nada amé más: la profunda intimidad de la vida sensual,
el yo fundiéndose en ella o inseparable de ella,
como en suspensión, flotando, todas sus necesidades

a la vista, despierto, plenamente vivo...
Ensimismamiento profundo, y con él

una misteriosa seguridad. A lo lejos, la fruta reluce en sus
     cuencos de vidrio.
Fuera de la cocina se pone el sol.

No estaba preparada: puesta del sol, fin del verano.
     Manifestaciones
del tiempo como un continuo, como algo que lleva a su fin,

no una suspensión; los sentidos no me protegerían.
Te advierto lo que nadie me advirtió:

nunca bastará, nunca estarás saciado.
Serás herido, quedarás marcado, y querrás más.

Tu cuerpo se hará viejo, tu necesidad persistirá.
Querrás la tierra, después más de la tierra.

Sublime, indiferente, ahí presente, no responderá.
Te circunda, no te atenderá.

Es decir: te alimentará, te cautivará,
no te mantendrá vivo.


Louise Glück. Traducción de Mirta Rosenberg.

la ausencia de Mark

Keeping Things Whole

In a field
I am the absence
of field.
This is
always the case.
Wherever I am
I am what is missing.

When I walk
I part the air
and always
the air moves in   
to fill the spaces
where my body’s been.

We all have reasons
for moving.
I move

to keep things whole.

Dejar las cosas intactas

En un campo
yo soy la ausencia
de campo.
Esto es
siempre así.
Donde quiera que esté
yo soy lo que falta.

Cuando camino
parto el aire
y siempre
el aire ingresa
a llenar los espacios
donde ha estado mi cuerpo.

Todos tenemos razones
para movernos.
Yo me muevo
para dejar las cosas intactas.

Lamento no saber quién lo traduce. Mark Strand murió hace unos días. Aquí hay una bella necrológica.
Yo lo descubrí ayer, confieso. El poema que hoy traigo, A. me lo mostró en su móvil, desconocedores ambos de la autoría. Pero algo me dijo que la cosa iba en serio. Y efectivamente. 

cerraduras


Young Venetian Lady's Dürer Portrait Revisited

Volví para ver a la joven veneciana que me mostró el consuelo del amor. Es inmortal y me causa dulcemente daño. Está entregada a un aire que nunca me abrirá. Hace siglos tuve un sueño en sus labios. Está intacto. Ella ahí lo dejó y ahí se queda, cerrado para mí, que lo soñé.

Juan Gelman y Alberto Durero, allá por 1505.