IBM

LA MALCASADA

Me dices que Juan Luis no te comprende,
que sólo piensa en sus computadoras
y que no te hace caso por las noches.
Me dices que tus hijos no te sirven,
que sólo dan problemas, que se aburren
de todo y que estás harta de aguantarlos.
Me dices que tus padres están viejos,
que se han vuelto tacaños y egoístas
y ya no eres su reina como antes.
Me dices que has cumplido los cuarenta
y que no es fácil empezar de nuevo,
que los únicos hombres con que tratas
son colegas de Juan en IBM
y no te gustan los ejecutivos.
Y yo, ¿qué es lo que pinto en esta historia?
¿Qué quieres que haga yo? ¿Que mate a alguien?
¿Que dé un golpe de estado libertario?
Te quise como un loco. No lo niego.
Pero eso fue hace mucho, cuando el mundo
era una reluciente madrugada
que no quisiste compartir conmigo.
La nostalgia es un burdo pasatiempo.
Vuelve a ser la que fuiste. Ve a un gimnasio,
píntate más, alisa tus arrugas
y ponte ropa sexy, no seas tonta,
que a lo mejor Juan Luis vuelve a mimarte,
y tus hijos se van a un campamento,
y tus padres se mueren.


Luis Alberto de Cuenca

demasiado perfecta

Gertrude up the stairway, 1943

I think of Gertrude walking up that St. Louis
stairway
so many years ago
and myself just behind her
still almost a boy.
I think of Gertrude walking up that St. Louis
stairway
and never a stairway as taut with promise as
that one
with the landlady's pictures of Jesus
torn from cheap magazines
plastered here and there along the
walls.
I think of myself walking up that St. Louis
stairway
behind Gertrude
and into her room
going in there
the door closed firmly behind us
her pouring the claret
into tall thin glasses
in that dreary roominghouse
near that very large park
with its leafless trees of winter.
standing there
Gertrude seemed so lovely
so perfect
a girl beyond mere girlhood
a figure wrapped in a perfect
dream
and as
she stood there before me
she was finally
too perfect:
I downed my claret and begged my
leave
knowing that
following Gertrude up that St. Louis
stairway
was enough in
itself
it was
our one great moment together
and all that followed
would be
less
less
and I wanted to remember her like
that: perfect in the moment
before she wearied of the game and
we of each
other.

Charles Bukowski

Gertrude escaleras arriba, 1943


pienso en Gertrude subiendo aquellas escaleras
en Saint Louis
hace tantísimos años
y en mí mismo tras ella
casi un crío todavía.
pienso en Gertrude subiendo aquellas escaleras
en Saint Louis
y nunca hubo escaleras tan ufanas y prometedoras como
aquellas
con las imágenes de Jesucristo de la casera
recortadas de revistas baratas
pegadas aquí y allá por las
paredes.
pienso en mí mismo subiendo aquellas escaleras
en Saint Louis
detrás de Gertrude
hasta su habitación,
entrando allí
la puerta firmemente cerrada a nuestra espalda
ella que servía clarete
en vasos de tubo
en aquella triste pensión
cerca de un parque muy grande
con sus árboles deshojados de invierno.
allí de pie
Gertrude era tan hermosa
tan perfecta
una chica más allá de la mera juventud
una figura arropada en un sueño
perfecto
y mientras
estaba allí de pie ante mí
acabó por resultar
demasiado perfecta:
me tomé el clarete de un trago y me
excusé
a sabiendas de que
seguir a Gertrude por aquellas escaleras
en Saint Louis
era suficiente en
sí mismo
era
nuestro gran momento en común
y todo lo que viniera después
sería
cada vez menos
y menos
y quería recordarla
así: perfecta en el momento
antes de que se cansara del juego y nos cansáramos
el uno del
otro.


Traducción de Eduardo Iriarte