las nacionalidades

Vendedores de AOVE de Jaén en lata de diseño itálico. Son grandes los pájaros. Mario me recuerda a eso; como Giuliano. Tienen gracia, mucha, eso sí. Y para eso hay que valer. Les  avala la historia.



De la misma mano me llegó la pieza que sigue. Esta era para despertar, decía en la etiqueta. Qué bien.
Casi no se les nota que son galos...

your head all tangled up

Con esa edad -unos veinticinco- la farlopa ya se le había llevado por delante la boca. Al menos era buena, no como la de ahora. Con esa edad su sentido escénico estaba ya en su cenit y su talento en la que probablemente fue su mayor expresión. La precocidad nunca fue un inconveniente para la criatura.
Con un ego de tamaño catedralicio, me pregunto si se puede partir de otro lugar con menos yo para construir edificios de esa jaez. Hay a mi alrededor quien sostiene que no. 
El tema final del disco y la decadencia de Ziggy ya no lo escucho en el coche, donde solía. Por suerte lo hallo adonde encamino mis pasos muchas noches tras trabajar.
David, que algo sabía ya de cómo funciona lo humano, aborda uno de los mayores miedos que existe: el de quedarte más solo que la una con la consiguiente sensación de no tener valía alguna. Un clásico, vaya. Lo que no fue tan clásico fue la forma del abordaje y su inserción en una obra superior, una suerte de ópera rock de ciencia ficción glamourosa.
Acerca de la canción y sus, digamos, intertextualizaciones, aquí hay material del que tirar.
David se fue hace poco y nos dejó con una orfandad de aúpa, de las que dejan aquellos que sabes que son irrepetibles, no sólo por ellos mismos, sino también por la época a la que pertenecieron. No me atreví a obituario alguno.









Time takes a cigarette, puts it in your mouth
You pull on your finger, then another finger, then your cigarette
The wall-to-wall is calling, it lingers, then you forget
Ohh how how how, you're a rock 'n' roll suicide

You're too old to lose it, too young to choose it
And the clocks waits so patiently on your song
You walk past a cafe but you don't eat when you've lived too long
Oh, no, no, no, you're a rock 'n' roll suicide

Chev brakes are snarling as you stumble across the road
But the day breaks instead so you hurry home
Don't let the sun blast your shadow
Don't let the milk float ride your mind
You're so natural - religiously unkind

Oh no love! you're not alone
You're watching yourself but you're too unfair
You got your head all tangled up but if i could only
Make you care
Oh no love! you're not alone
No matter what or who you've been
No matter when or where you've seen
All the knives seem to lacerate your brain
I've had my share, I'll help you with the pain
You're not alone

Just turn on with me and you're not alone
Let's turn on with me and you're not alone (wonderful)
Let's turn on and be not alone (wonderful)
Gimme your hands cause you're wonderful (wonderful)
Gimme your hands cause you're wonderful (wonderful)
Oh gimme your hands.

la manos de Elías aplaudiendo

Joder, don Manuel, gracias a dios alguien lo dijo:

Una persona se define por lo que hace, no por lo que dice. Está escrito en el Libro Sagrado: por sus frutos los conoceréis, una regla que puede aplicarse al conocimiento de Juan Antonio Corbalán por la forma cómo en sus tiempos de gloria jugaba al baloncesto y por el trabajo y la disposición de servicio que usa ahora ejerciendo el liderato fuera de la cancha.

El resto del artículo, un panegírico y un lamento -aquellos tiempos donde el deporte y los valores morales iban de la mano pasaron- de Manuel Vicent, se halla aquí.
Yo de un tiempo a esta parte trato de seguir las andanzas de un equipo que, salvando las distancias, me recuerda a aquella época y además juega como los ángeles.
Un epílogo de antología de la añoranza: cuando servidor escuchaba las andanzas del Real Madrid por Europa, transistor en mano a veces incluso en clase, el momento álgido era el de la presentación de los jugadores blancos en el pabellón de La Mano de Elías. Los macabeos rompían a aplaudir cuando llegaba el nombre de Corbalán. Uf.