el caso de los centro comerciales

Se les coló en una sala de uno de los centro comerciales que ha quedado en la ciudad como una exposición moribunda de sí misma; la decadencia es  poder representarse a sí mismo mientras la artrosis económica va tomando todas las bisagras de tu cuerpo, o sea, de tus comercios. En el levante español hay una ruta artística por los lugares que en su día, hace nada, fueron promesa de cielo económico y en nada han devenido en limbo neutro. Yo los adoro. Fui al cine a este otrora boyante centro y disfruté tanto de la película como del espacio con vistas al mar.
Se les coló, decía, porque la dictadura de las distribuidoras y el público mayoritario es otro tema. Y la olfateé y allí que nos metimos. Una maravilla imperfecta e imprescindible.
Aquí aparece una reseña de RTVE.

los poliedros

Tenía atrasadas estas, entre otras muchas. Me encanta la idea de facies, cara, apariencia externa. Ná.

túmulo
Del lat. tumŭlus.
1. m. Sepulcro levantado de la tierra.
2. m. Armazón de madera, vestida de paños fúnebres, que se erige para la celebración de las honras de un difunto.
3. m. Montecillo artificial con que en algunos pueblos antiguos era costumbre cubrir una sepultura.

facies
Del lat. facies.
1. f. Apariencia externa de algo.
2. f. Med. Aspecto del semblante que revela alguna alteración o enfermedad del organismo.

facies
 hipocrática
1. f. Med. Aspecto característico que presentan generalmente las facciones  del enfermo próximo a la muerte.

faceta
Del fr. facette.
1. f. Cada una de las caras de un poliedro, especialmente de un cristal o de una piedra tallada.
2. f. Cada uno de los aspectos que se pueden considerar en una persona o en una cosa.
3. f. Zool. Cada una de las caras o partes en que se divide un
ojo compuesto.

tambores


Andrés: qué haremos cuando no esté.
Lo archivo con la etiqueta de Humor y algo se me revuelve ahí adentro.
El Roto

spent

El porno y la masturbación es a Joe lo que el Halcón milenario y el hiperespacio a Han Solo, es decir, el vehículo y el viaje a otra galaxia muy, muy lejana. Pero en Joe es una compulsión surgida de vete a saber qué freudiano lugar, un lugar tan intrincado y casposo, tan simple y, a la vez, fascinante, que cuando acabas sus páginas bañadas de semen, papel higiénico y camisetas viejas sabes que has quedado huérfano de sus neurosis.
Lo regalé sin haberlo leído hace unos meses. Lo leí, por préstamo inverso, este viernes por la tarde, disfrutando como un enano. No apto para todos los públicos, la propuesta de Joe es, sin embargo, colosal. La nada es colosal. Su misma persona, de tan nada, también es colosal. Lo de Joe es una enantiomería del barroco.



Aquí hay una buena crítica en español.

los lunes marrones

Odio estos lunes grises con virutas de marrón. No soy el único y no sé si es consuelo.





Hoy dice el periódico que ha muerto una mujer que conocí
que ha perdido en su campo el Atleti
y que ha amanecido nevando en París.

Que han pillado un alijo de coca,
que a Piscis y Acuarios les toca el vinagre y la hiel.

Que aprobó el Parlamento Europeo
una ley a favor de abolir el deseo
que falló la vacuna anti SIDA,
que un golpe de ha triunfado en la luna y movidas así.

Pero nada decía la prensa de hoy de esta sucia pasión,
de este lunes marrón
del obsceno sabor a cubata de ron de tu piel,
del olor a colonia barata del amanecer.

Hoy amor, como siempre
el diario no hablaba de ti, ni de mí.
Hoy amor, igual que ayer, como siempre
el diario no hablaba de ti, ni de mí.

Hoy dijo la radio que han hallado muerto al niño que yo fui
que han pagado un pasote de pelas por una acuarela falsa de Dalí.

Que ha caído la bolsa en el cielo,
que siguen las putas en huelga de celo en Moscú.
Que subió la marea, que fusilan mañana a Jesús de Judea,
que creció el agujero de ozono,
que el hombre de hoy es el padre del mono del año 2000.

Pero nada decía el programa de hoy de este eclipse de mar,
de este salto mortal,
de tu voz tiritando en la cinta del contestador,
de la manchas que deja el olvido a través del colchón.

y todo aquello era jazz

No lo pensé cuando lo puse, lo hago ahora, pero no pudo ocurrírseme mejor tema para acompañar lo que allí estaba sucediendo.





A Bob lo tengo en mis altares. De la dupla no digo nada. Y Liza es sencillamente perfecta en su correlación fondo forma.
Come on babe, why don't we paint the town
And all that jazz
I'm gonna rouge my knees and roll my stockin's down
And all that jazz

Start the car, I know a whoopee spot
Where the gin is cold but the piano's hot
It's just a noisy hall, where there's a nightly brawl
And all a that jazz

Slick your hair and wear your buckle shoes
And all that jazz
I hear that Father Dip is gonna blow the blues
And all that jazz

Hold on hon, we're gonna bunny-hug
I bought some aspirin down at United Drug
In case we shake apart and want a brand new start
To do a that jazz

Oh, you're gonna see your Sheba, shimmy shake
And all that jazz
Oh, I'm gonna shimmy till my garters break
And all that jazz

Show me where to park my girdle
Oh, my mother's blood'd curdle
If she'd hear her baby's queer
For all that jazz

Find the flask we're playin' fast and loose
(Oh, you're gonna see a shiver shimmy shake)
And all that jazz and all that jazz
Right up here is where I store the juice
(Oh I'm gonna shimmy till my garters break)
And all that jazz and all that jazz

Come on babe we're gonna brush the sky
(Show me where to park my girdle)
I bet you lucky Lindy never flew so high
(Oh, my mother's blood'd girdle)
'Cause in the stratosphere, how could he lend an ear
(If she'd hear her baby's queer)
To all that jazz

No I'm no one's wife, but oh, I love my life
And all that jazz, that jazz

gratitud i/v

Me dijo que le recordaba tanto a mí. Me lo envió y la gratitud se tornó mía.
Gratitud. 
En la cafetería, una señora le dice a otra: “A mi madre no le ha salido el viaje a Irán porque se han rajado los de Bilbao”. La frase me provoca una parada cardiorrespiratoria. A partir de ese instante hago todo de manera mecánica, herido como estoy por el suceso verbal al que acabo de asistir. Dios mío.
Salir a la caza de frases es muy desalentador, como salir a pescar. No se va a pescar para pescar. En realidad, no sabe uno a qué va, pero si vuelve a casa con una lubina de cinco quilos, significa que las coartadas funcionan y que el crimen perfecto es posible. Yo salgo todos los días a cazar frases, pero vuelvo con la manos vacías. ¿Has pillado algo?, pregunta mi mujer. Nada, digo, y me retiro a mi cuarto, a ver si se me ocurre lo que no se le ocurre a la gente. De súbito, vas a San Sebastián, te reciben en el aeropuerto, te invitan a tomar un café y mientras hablas de esto o lo otro con tus anfitriones, escuchas que una señora le dice a otra en la mesa de atrás: “A mi madre no le ha salido el viaje a Irán porque se han rajado los de Bilbao”.
Te quedas pálido, claro. Cuando te repones, tomas una servilleta, te retiras al servicio y apuntas la frase. Vuelves a la mesa con el corazón acelerado, consciente de que acabas de cobrarte una pieza de caza mayor. Por la noche, desde el hotel, hablas con tu mujer y le dices que tienes una frase: ¿Cuál?, pregunta ella. “A mi madre no le ha salido lo de Irán porque se han rajado los de Bilbao”, le sueltas sin preámbulos. Ella permanece atónita unos segundos. ¿Qué vas a hacer con ella?, pronuncia al fin. No sé, congelarla, dices tú, hasta que se me ocurra algo que esté a su altura. Luego te metes en la cama con una gratitud enorme hacia la vida y hacia la gramática.
Juan José Millás

El original, aquí.