ángel en los cielos

Me adentré mucho tiempo después en la sección Poesía. Regalé un libro y tuve la sensación de regalármelo también a mí, una especie de desdoblamiento no patológico -¡creo!-. Elegí a Ángel porque me parece que se eleva hasta lugares estratosféricos con elementos muy mundanos, asunto de dificultad extrema. Hojeé en la espera y apareció esta maravilla:

Quédate quieto

Deja para mañana
lo que podrías haber hecho hoy
(y comenzaste ayer sin saber cómo).

Y que mañana sea mañana siempre;

que la pereza deje inacabado
lo destinado a ser perecedero;
que no intervenga el tiempo,
que no tenga materia en que ensañarse.

Evita que mañana te deshaga
todo lo que tú mismo
pudiste no haber hecho ayer.

Daniel Abraham y los apellidos que terminan en vich

C. el caminante me levantó de buena mañana la tapa de los sesos de la memoria. Escasos veinte años, mañanas en la facultad en las que la primera asignatura era la fuga acompañada de vídeos de Les Luthiers, en una sala de la que misteriosamente conseguíamos las llaves  y la potestad de uso. La sensación de estar descubriendo el mundo. Menuda cosa has  hecho, caminante, antes de desayunarme...