Llamar Catastrophe a una serie cómica ya es una declaración de intenciones.
No me suelen interesar las series cómicas, pero en esta caí de bruces. Dos
temporadas de seis capítulos cada una y menos de media hora por episodio. Un
americano y una inglesa -irlandesa- mostrando lo que hay bajo la alfombra de
las relaciones de pareja occidentales modernas. A veces las escenas son tan
duras, tan descarnadas, que el humor casi no palía el dolor: bajo la alfombra
hay mucho sin barrer.
Por si fuera poco ver a la insoportable, neurótica y
adorable Sharon y al buenazo, alcohólico y tonto Bob, siempre nos quedará la inefable princesa Leia tras el paso de los años. Cinismo puro.