aquellas películas, aquellas músicas








Y este último, con mi querido al piano:

proclives a las averías



Hay algo sobrenatural
en tu manera de bailar
Hay veces,
no muchas ni tampoco pocas,
Que pienso en ti.
Hay algo retorcido
desde esta alegre impunidad
Hay noches
proclives a las averías
Que pienso en ti
El pensamiento circular
Con la cabeza vacía
Hay noches
que todo es una porquería
y pienso en ti
En el deseo,
En la bendita oscuridad
Hay veces,
no muchas ni tampoco pocas
Que pienso en ti
Que pienso en ti
En un anillo de fuego
Con mi gloriosa inmunidad
Hay noches
que escucho muchas tonterías
Y pienso en ti
Hay algo dedicado
Abandonarse a los demás
Hay noches
que como muchas chucherías
Y pienso en ti
Son las miradas
lanzadas a la cara
Que me hacen recordar
lo que me estoy perdiendo
Son las palabras
cargadas y agitadas
Y tienen el poder
de transformar el tiempo
Desde esta cama
El crecimiento personal
en una cama vacía
Hay tardes
que todo parece mentira
Y pienso en ti
Con mis zapatos
me sube por la barriga
Hay veces
que olvido todo lo que había
Y pienso en ti
Me balanceo
lo que me puede marear
Mis brazos
girando siempre a la deriva
Pensando en ti
Como el doctor Manhattan
Ajeno a la realidad
Hay días
que ya no tienen melodías
Y pienso en ti
Y pienso en ti
Son las miradas lanzadas a la cara
Que me hacen recordar
lo que me estoy perdiendo
Son las palabras cargadas y agitadas
Y tienen el poder
de levantar el viento
Desde esta cama
En mi manera de bailar
desde esta alegre impunidad
Hay veces,
no muchas ni tampoco pocas
Que pienso en ti
Hay algo sobrenatural
Hay algo retorcido
Hay veces,
no muchas ni tampoco pocas
Que pienso en ti
En mi cama vacía
huele a avería
Hay veces,
no muchas ni tampoco pocas,
Que pienso en ti
Hay algo delicioso
en mi manera de bailar
Hay veces,
no muchas ni tampoco pocas,
Que pienso en ti