Me había olvidado de Laura, mi amor durante tantos años. Un amor simbólico, icónico en su romanticismo. Y Laura regresó hace unos días en los encuentros del café con leche a la luz de un diciembre insólito por cálido y por luminoso. Regresó Laura para acompañar los adagios precedentes. Qué disparate lo suyo, don Mario.
Última noción de Laura
cómo querría tener yo ahora
todo el tiempo del mundo para quererlo
pero no voy a convocarlo junto a mí
ya que aún en el caso de que no estuviera
todavía muriéndome
entonces moriría
sólo de aproximarme a su tristeza.
usted martín santomé no sabe
cuánto he luchado por seguir viviendo
cómo he querido vivir para vivirlo
porque me estoy muriendo santomé
usted claro no sabe
ya que nunca lo he dicho
ni siquiera
en esas noches en que usted me descubre
con sus manos incrédulas y libres
usted no sabe cómo yo valoro
su sencillo coraje de quererme
usted martín santomé no sabe
y sé que no lo sabe
porque he visto sus ojos
despejando
la incógnita del miedo
no sabe que no es viejo
que no podría serlo
en todo caso allá usted con sus años
yo estoy segura de quererlo así.
usted martín santomé no sabe
qué bien, que lindo dice
avellaneda
de algún modo ha inventado
mi nombre con su amor
usted es la respuesta que yo esperaba
a una pregunta que nunca he formulado
usted es mi hombre
y yo la que abandono
usted es mi hombre
y yo la que flaqueo
usted Martín Santomé no sabe
al menos no lo sabe en esta espera
qué triste es ver cerrarse la alegría
sin previo aviso
de un brutal portazo
es raro
pero siento
que me voy alejando
de usted y de mí
que estábamos tan cerca
de mí y de usted
quizá porque vivir es eso
es estar cerca
y yo me estoy muriendo
santomé
no sabe usted
qué oscura
qué lejos
qué callada
usted
martín
martín cómo era
los nombres se me caen
yo misma me estoy cayendo
usted de todos modos
no sabe ni imagina
qué sola va a quedar
mi muerte
sin
su
vi
da.
Mario Benedetti
1. tr. desus. Dar o conceder treguas. Era u. t. c. prnl.