Lo vimos ayer actuar. Casi al final algo dijo respecto al en ciernes inefable día de los enamorados, y abordó este tema:
Nos conocimos ayer,
tú me invitaste a beber,
yo te invité no sé qué,
tú dijiste: ¡qué bien!.
Y te hablé de poesía
por ver qué decías,
que si es tontería,
que sí, que no,
habrá que hacer el amor.
Llegó la luz al salón
y vi tu sujetador
y en cada pezón
una llamada a la acción.
Me callaste la boca,
dijiste: te toca,
míster don de lenguas,
demuéstralo.
Habrá que hacer el amor,
por un mundo mejor,
habrá que hacer el amor.
Entiéndeme extranjera,
ven a mi vera,
que te alabe el gusto.
Será que es primavera
y tú aún soltera,
¡qué error de bulto!
¡Qué patán!,
me he explicado fatal.
Así rimaba el profeta
torpemente con bragueta.
En un mundo mejor,
habrá que hacer el amor...
amor...
Y venga a darle al alpiste,
la vida es muchas veces triste,
es repetición.
Habrá que hacer el amor
porque nunca está hecho,
dije cuando tú miraste al techo.
En un mundo mejor
habrá que hacer el amor...
amor...