peaje

Volví a coger el coche. Durante años fue un compañero asiduo. Pocas veces no encontré en él una capilla. Hoy volvió a ejercer. Durante el trayecto no me quitaba de la cabeza a Roque Dalton. Me impacta y me emociona todo lo que hallo de él. Sus fotografías, por ejemplo. Un tipo del que todo el mundo señala su humor y, sin embargo, posee un mirada triste. ¿Sin embargo? Ya escribí mi visión del asunto en la anterior entrada: no hay sin embargo.
Encuentro estas fotos tempranas de su infancia donde ya la huella asoma indeleble. Y este poema, profético. Más claro, agua.

Sobre Nuestra Moral Poética

No confundir, somos poetas que escribimos
desde la clandestinidad en que vivimos.
No somos, pues, cómodos e impunes anonimistas:
de cara estamos contra el enemigo
y cabalgamos muy cerca de él, en la misma pista.
Y al sistema y a los hombres
que atacamos desde nuestra poesía
con nuestra vida les damos la oportunidad de
que se cobren,
día tras día.



No, no siempre fui tan feo
 
Lo que pasa es que tengo una fractura en la nariz
que me causó el tico Lizano con un ladrillo
porque yo decía que evidentemente era penalty
y él que no y que no y que no
nunca en mi vida le volveré a dar la espalda a un futbolista tico
el padre Achaerandio por poco se muere del susto
ya que al final había más sangre que en un altar azteca
y luego fue Quique Soler que me dio en el ojo derecho
la pedrada más exacta que cabe imaginarse
claro que se trataba de reproducir la toma de Okinawa
pero a mí me tocó ruptura de la retina
un mes de inmovilización absoluta (¡a los once años!)
visita al doctor Quevedo en Guatemala y al doctor
Bidford que usaba una peluca colorada
por eso es que en ocasiones bizqueo
y que al salir del cine parezco un drogadicto desvelado
la otra razón fue un botellazo de ron
que me lanzó el marido de María Elena
en realidad yo no tenía ninguna mala intención
pero cada marido es un mundo
y si pensamos que él creía que yo era un diplomático argentino
hay que dar gracias a Dios
la otra vez fue en Praga nunca se supo
me patearon cuatro delincuentes en un callejón oscuro
a dos cuadras del Ministerio de Defensa
a cuatro cuadras de las oficinas de la Seguridad
era víspera de la apertura del Congreso del Partido
por lo que alguien dijo que era una demostración contra el Congreso
(en el Hospital me encontré con otros dos delegados
que habían salido de sus respectivos asaltos
con más huesos rotos que nunca)
otro opinó que fue un asunto de la CIA para cobrarse mi escapatoria
             de la cárcel
otros más que una muestra de racismo antilatinoamericano
y algunos que simplemente las universales ganas de robar
el camarada Sóbolev vino a preguntarme
si no era que yo le había tocado el culo a alguna señora acompañada
antes de protestar en el Ministerio del Interior
en nombre del Partido Soviético
finalmente no apareció ninguna pista
y hay que dar gracias a Dios nuevamente
por haber continuado como ofendido hasta el final
en una investigación en la tierra de Kafka
en todo caso (y para lo que me interesa sustentar aquí)
los resultados fueron
doble fractura del maxilar inferior
conmoción cerebral grave
un mes y medio de hospital y
dos meses más engullendo licuado hasta los bistecs
y la última vez fue en Cuba
fue cuando bajaba una ladera bajo la lluvia
con un hierro M-52 entre manos
en una de esas salió de no sé donde un toro
yo me enredé las canillas en la maleza y comencé a caer
el toro pasó de largo pero como era un gran huevón
no quiso volver para ensartarme
pero de todos modos no fue necesario porque
como les iba contando yo caí encima del hierro
que no supo hacer otra cosa que rebotar como una revolución en África
y me partió en tres pedazos el arco cigomático
(muy importante para la resolución estética de los pómulos) 
 
Eso explica por lo menos en parte mi problema. 

Y sin embargo, amor

Y sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.

Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez en mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a sus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.

Pero ya no habrá tiempo de llorar.

Ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón.

Hace frío sin ti,
pero se vive.

daltonismo o la irreverencia del suicida

Lunes

Las seis de la mañana
partiendo a gritos del reloj: de nuevo
la catedral de luz derribará sus muros
sobre mi caminante corazón
que descansaba.
Odio como a un burgués la fuga de las sábanas.

No es por el frío, que no existe.
No es por el miedo al ojo agazapado
donde el farol,
anoche,
crucificó la sombra.
Ni siquiera es por ti,
ni por tu sexo que estalla en las manos,
tu descubierta gruta
recién muerta en el agua.

Es
—oh indeterminación
que un año azul y roto se merece—
la sensación antigua como mi puño izquierdo
o mi añorada comprensión de los pájaros:
el ojo junto al hombro, sin suplicar siquiera,
la mano hacia la cara de nueva piedra que alzo,
la vida que me pide,
la miserable savia que reconozco en mí.

Habría tenido, digo yo, que venir,
—no al mundo de los títeres, costureros de seda,
rudas botellas de ginebra como hospitales de la sed,
no al mundo que me das o al te doy,
pan deleznable, campo
para el cuchillo de la mermelada—
habría tenido que venir, repito,
como un desnudo incendio
hasta el reseco bosque donde me aterro sin gritar,
como un rudo torrente para la arena débil,
como aquel árbol que exige sangre de la tierra dormida,
reclamo de preñez contra la fuga,
contra la inmóvil lágrima
y la potente desesperación…

Pero, tempranamente,
vine como soy,
con manos desangrables,
con miedo,
con amor,
con cuatro lunes cada mes.
Y creo
que de no ser por este corazón,
por este palpitante planeta musical,
ya me habría marchado a tratar de morir.
Con todo,
no querría olvidarme de la risa…

Roque Dalton

Parece ser que Roque, además de tenerle devoción a su país, poseía un humor profundo, constante y extravagante, alejado de lugares comunes. Murió a manos de sus compatriotas revolucionarios, que no debían compartir mucho lo del humor. A quién se le ocurre: poeta, patriota, delgado, carismático, revolucionario, con humor. ¿Nadie le dijo que con esos ingredientes el único plato posible es la muerte? Con todo, hubiera dado igual. Hay quien se va de forma volitiva directa y quien lo hace de forma indirecta. Entre los primeros suele haber gente inteligente; entre los segundos sólo hay gente inteligente: es condición sine qua non. Roque es uno de esos casos de suicida monumental bajo capa vitalista. Trató de morir, y lo consiguió, a pesar de que su palpitante planeta musical lo mantuvo cuarenta años. Cuarenta años de humor para sobrellevar los lunes de todos los días.
Julio, entre otros, le tenía devoción. Claro.
Hoy es lunes, por cierto. Y veintinueve de febrero, también por cierto.

Sobre dolores de cabeza

Es bello ser comunista,
aunque cause muchos dolores de cabeza.

Y es que el dolor de cabeza de los comunistas
se supone histórico, es decir
que no cede ante las tabletas analgésicas
sino sólo ante la realización del Paraíso en la tierra.
Así es la cosa.

Bajo el capitalismo nos duele la cabeza
y nos arrancan la cabeza.
En la lucha por la Revolución la cabeza es una bomba de retardo.
En la construcción socialista planificamos el dolor de cabeza
lo cual no lo hace escasear, sino todo lo contrario.

El comunismo será, entre otras cosas,
una aspirina del tamaño del sol.


Buscándome líos

La noche de mi primera reunión de célula llovía
mi manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro
o cinco personajes del dominio de Goya
todo el mundo ahí parecía levemente aburrido
tal vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada.

Fundadores de confederaciones y de huelgas mostraban
cierta ronquera y me dijeron que debía
escoger un seudónimo
que me iba a tocar pagar cinco pesos al mes
que quedábamos en que todos los miércoles
y que cómo iban mis estudios
y que por hoy íbamos a leer un folleto de Lenin
y que no era necesario decir a cada momento camarada.

Cuando salimos no llovía más
mi madre me riñó por llegar tarde a casa.


las admiraciones mutuas

Compuso los estudios y un año después moriría su inspirador. Atrévete a decir casualidad. Franz tenía menos de treinta años. Niccolò moría al poco con 57.





las traiciones

So Barzini will move against you first. He'll set up a meeting with someone that you absolutely trust...guaranteeing your safety. And at that meeting, you'll be assassinated.



El guion de la escena trascrito está aquí.

otros violines



ganarás el pan con

Hoy por fin la encontré. Prisas y malos toreros.
Recuerdos de hace una eternidad, tres años, este mismo mes.
En la página de Santiago y en la de la sala Ivoyppress.


sangre


ampelografía

Del gr. ἄμπελος ámpelos 'vid' y -grafía.
1. f. Descripción de las variedades de la vid y conocimiento de los modos de cultivarlas.


vid

Del lat. vitis.
1. f. Planta vivaz y trepadora de la familia de las vitáceascon tronco retorcidovástagos muy largosflexibles y nudososcuyo
fruto es la uva.

tres mil kilómetros

Finlandia está lejos. Es un país frío y poco habitado. Y no tiene casi picos. En su capital hoy hay prevista una temperatura máxima de 1ºC y una mínima de 13 bajo cero. No parece que la primavera quede cerca allí.



En su página original, aquí, con la letra incluida.

los mates: donde la sutileza

Donde se emplea el mate de forma sistemática, algo se persigue. Aquí, lo sutil, lo no evidente. Acabé la primera temporada de Bron Broen. Impactado y eternamente agradecido a sus creadores.
Aquí hay un análisis más que interesante -en inglés, eso sí-.


sin café

Me desperté con ella en la cabeza y con la duda de si quienes la interpretaban eran de verdad rock'n'roll. Sin pasar por el café busqué un directo. Me había equivocado en mi sospecha capciosa, salvando el contexto histórico, claro: aquella época del rock no interpretado sino vivido no volverá o yo no la veré:

.

Mientras los escuchaba pasé al recuerdo de los regalos y, de nuevo, la puta belleza:









es fill des tractant de bestiar porcí

Siendo grande la Fundación, se trata de una minucia al lado de su fundador. Sin parangón el contrabandista que nunca dejó de serlo.

la sed de Ernesto

Demasiado evidente, con las costuras al aire, ramplón a veces, tramposo, justito de recursos, pleno de clichés. Y sin embargo, funciona. A veces ocurre. Cosas del arte y las emociones.
Gracias, querido.

Sed

Cuando acepté que el alcohol no era sinónimo de olvido
empecé a beber sin tener excusas.
La gente no me miraba bien.

Los mismos con los que compartí algún brindis
para maldecir una cintura, o unas caderas, o un buen culo,
me dieron la espalda.

Los que te han visto siempre triste
no aceptan tu "felicidad"
si no se consideran culpables.
Como si la tristeza al ser mutua
en lugar de aumentar, restara.

Para sentarse en aquella barra
debías tener al menos dos motivos
y uno a la fuerza tenía que ser el nombre de una mujer.
Si eran dos los nombres
la resaca era espantosa.

Decía lucía, la camarera,
"Si un amor se va antes de tiempo
el desamor se queda para siempre"
También decía,
"Hay gente que lleva tanto tiempo sola,
que confunde soledad con amor propio"

En aquel tiempo yo tenía motivos
y tenía nombres
y nostalgia
y hasta amigos.
Creo que nunca estuve tan solo.

De vuelta a casa le preguntaba a las farolas por mi hogar
pero aquellas putas luces me llevaban a casa
y jamás a tus piernas.

Nunca hubo una resaca peor que despertar sin ti.
Y si perdí el equilibrio era más por ausencia de tus manos
que por el borde de las copas.

Ahora me siento y bebo sin más,
no es una cuestión de nostalgia,
ni siquiera de tristeza,
ni de tu nombre,
ni de esas putas luces,
es simplemente que respecto a olvidar
yo a diferencia del resto
ya me he dado por vencido.


Ernesto Pérez Vallejo

charla anacrónica

Ocho años y dieciséis días han trascurrido. Hoy hablaría yo con Franz unas cuantas cosas, si el hombre tuviese a bien, que no sé por qué me da que muy parlachín no era. Hoy piel roja, angustia, pradera verde, hastío, trance, límites, deseo de, evanescencia. 

puente que acaba en túnel o viceversa

Anoche volví a querer emigrar durante una temporada al norte, muy al norte. Hace ya tiempo que lo pienso. Una temporada, unos años, quizás no muchos, suficientes para sumergirme en el frío.
Y  volví a tener envidia: 











Del fin de semana quedaron muchas cosas pero empezaré por esta, cuya fonética yo la tenía equivocada: 

mingitorio, ria

Del lat. mingĕre 'mear' y -torio.
1. adj. Perteneciente o relativo a la micción.

2. m. urinario.

Y seguiré por esto, que también se me quedó Mauricio pendiente y hoy lo voy a abordar en un tono, digamos, lúdico:



Génova 13 rue del Percebe

Por fin, coño, por fin. En primera plana del periódico más leído en este país. Alguien por fin lo dijo y lo publicaron: todo, absolutamente todo el esperpento nacional estaba ya en las páginas del increíble, visionario, sobrenatural Francisco Ibáñez. Se hace justicia a nuestro más grande sociólogo, ex aequo Luis García Berlanga.
Oh Rubén Amón, oh País. Qué país.


La sede popular, casa madre de la corrupción, emula el cómic de Francisco Ibáñez con su galería del ladrón, el timador, el moroso y la portera cotilla

Es una hermosa coincidencia poética que el número de la sede del PP en la calle Génova, el 13, coincida con el de la Rue del Percebe. Y no es la única coincidencia, pues el bestiario que retrata Francisco Ibáñez en su pintoresca comunidad de vecinos aloja indistintamente al moroso, al ladrón, al timador del colmado, a la portera cotilla y hasta la mezquina dueña de la pensión que tiraniza a su clientela. Podría añadirse incluso el personaje de Doroteo Hurón, el tipo del cómic que reside en una alcantarilla de la finca. Está y no está a la vez en el número 13 de la Rue del Percebe, como le sucedió a Bárcenas y como acaba de ocurrir con Beltrán Gutiérrez Moliner, cuya situación de ex gerente del PP madrileño no contradecía que el PP madrileño lo hubiera contratado después de haberlo echado. Por eso tenía su despacho. Y por esa razón la Guardia Civil, a iniciativa del juez Velasco, se personó en las instalaciones genovesas para aprehender el ordenador antes de que apareciera el siniestro hombre del martillo y destruyera el disco duro. Ocurren estas cosas chez Rajoy. Que es el presidente del partido. Que es el presidente del Gobierno. Y que pretende, atención, seguir siéndolo, sustrayéndose al bochorno de la corrupción valenciana y al embarazo que proporciona anunciar un pacto de Estado contra la corrupción el mismo día que prorrumpen en su casa los picoletos. Y es entonces cuando proliferan las asombrosas aclaraciones. El PP madrileño, decía María Dolores de Cospedal vengándose de Esperanza Aguirre, no es el PP nacional aunque se aloje en el mismo edificio, de forma que el mito pedagógico de la corrupción localizada en casos individuales se extrapola a los pisos incomunicados de la sede popular. Cada uno tiene su vida propia, como ocurre en los avatares de 13 Rue del Percebe. Y no precisamente ejemplar. La planta baja, embrión del edificio, forma parte de una investigación judicial porque los trabajos de su remodelación se concibieron, presuntamente, como una coartada de financiación ilegal que deja en el limbo unos 750.000 euros. Para probarla, el juez Ruz movilizó a la Policía Nacional en diciembre 2013. Y lo hizo de noche, con intención de sorprender a los vigilantes y abastecerse de documentación incriminatoria, recreando así a la opinión pública un espectáculo estremecedor: la corrupción del PP empieza en los cimientos de su casa madre, en la planta cero. Y prospera en otros pisos. Será casualidad, por ejemplo, que el despacho del tesorero Bárcenas estuviera en el tercero. Casualidad quiere decir que es el mismo rellano donde expía sus fechorías el ladronzuelo Ceferino Raffles en el cómic del Percebe. La imaginación de Ibáñez, empero, no alcanzó a crear el concepto del despido en diferido. Bárcenas no estaba en el PP pero acudía todos los días a su despacho. Dicho de otra manera: Bárcenas tenía una sede del PP en su despacho. Revestiría más gracia la cosa si no fuera porque hablamos de corrupción sistemática y sistémica. Y porque Esperanza Aguirre apela a la ignorancia - "no me consta"- como argumento exculpatorio. La trama Gürtel se fraguó en el despacho de su viceconsejero de presidencia, López Viejo. La trama Púnica se organizó en el despacho de su consejero de Justicia e Interior, Francisco Granados. Y la trama de financiación ilegal la canalizaba Beltrán Gutiérrez en la planta primera de 13 Rue de Génova. Tampoco sabía Edipo que había matado a su padre ni que había yacido con su madre, pero la ignorancia no le preservó del castigo. Le arrancaron los ojos. Y estableció el escarmiento un principio embrionario de la cultura occidental, más allá de las revisiones freudianas: no saber no equivale a la inocencia. Como a Rita Barberá, la corrupción rodeaba a Esperanza. Y como Rita Barberá, la presidenta, todavía, del PP madrileño trata de inculcarnos que, acaso, ella es solamente la portera cotilla de 13 Rue del Percebe. O la señora Roper.

la grandeur



My mum and I we live alone
A great apartment is our home
In fairhome towers
I have to keep me company
Two dogs, a cat, a parakeet
Some plants and flowers
I help my mother with the chores
I wash, she dries, I do the floors
We work together
I shop and cook and sew a bit
Though mum does too I must admit
I do it better
At night I work in a strange bar
Impersonating every star
I'm quite deceiving
The customers come in with doubt
And wonder what I'm all about
But leave believing
I do a very special show
Where I am nude from head to toe
After stripteasing
Each night the men look so surprised
I change my sex before their eyes
Tell me if you can
What makes a man a man
At 3 o'clock or so I meet
With friends to have a bite to eat
And conversation
We love to empty out our hearts
With every subject from the arts
To liberation
We love to pull apart someone
And spread some gossip just for fun
Or start a rumour
We let our hair down, so to speak
And mock ourselves with tongue-in-cheek
And inside humour
So many times we have to pay
For having fun and being gay
It's not amusing
There's always those that spoil our games
By finding fault and calling names
Always accusing
They draw attention to themselves
At the expense of someone else
It's so confusing
Yet they make fun of how I talk
And imitate the way I walk
Tell me if you can
What makes a man a man
My masquerade comes to an end
And I go home to bed again
Alone and friendless
I close my eyes, I think of him
I fantasise what might have been
My dreams are endless
We love each other but it seems
The love is only in my dreams
It's so one sided
But in this life I must confess
The search for love and hapiness
Is unrequited
I ask myself what I have got
Of what I am and what I'm not
What have I given
The answers come from those who make
The rules that some of us must break
Just to keep living
I know my life is not a crime
I'm just a victim of my time
I stand defenceless
Nobody has the right to be
The judge of what is right for me
Tell me if you can
What makes a man a man
Tell me if you can
Tell me if you can
Tell me if you can
What makes a man a man



Preciosa al introducción que Liza le dedica a Charles. Claramente entre ellos se entienden. Quedamos los demás invitados a asistir al espectáculo de ese entendimiento. Si la puesta en escena de ambos es sobrecogedora, la letra del tema, como bien apunta ella, es excelsa:
We love each other but it seems
The love is only in my dreams
It's so one sided
But in this life I must confess
The search for love and hapiness
Is unrequited...



Iba a incrustar una versión de Marc Almond que también hay por ahí y que no me ha disgustado, pero luego he pensado que no, que le faltaba grandeza escénica. No me extraña, por otra parte. Menudas dos columnas. El armenio es del 24 y sigue vivo. Y lo de Liza ni lo cito, pá qué.