espacio y tiempo juegan al ajedrez



Un momento en un agenda,
una décima de segundo más.
Vuela, va saltando de hoja en hoja
mil millones de instantes de que hablar.

Una ráfaga de aire frío,
un molino de viento hace girar.
Sigue, va rodando sobre su eje
describiendo una trayectoria más.

Y es que no hay nada mejor que imaginar,
la física es un placer.
Es que no hay nada mejor que formular,
escuchar y oir a la vez.
Mide el ángulo formado por ti y por mi,
es la solución a algo muy común aquí.

Ahora tú no dejes de hablar,
Somos coordenadas de un par.
Incógnita que aún falta por despejar.

Busca un libro que diga "como",
luego otro que se titula "si",
un tercero llamado "nada",
es la forma del círculo sin fin.
Y es que no hay nada mejor que revolver
el tiempo con el café.
Es que no hay nada mejor que componer
sin guitarra ni papel.
Paralelas, vienen siguiéndome.
Espacio y tiempo juegan al ajedrez.

Ahora tú, no dejes de hablar.




Y sí, efectivamente, llega un momento que las canciones ya no te pertenecen; y cómo privar a la gente de ellas:

basta de

calabacín y lo sublime