such a small mistake

The Balcony

It was a night like this, at the end of summer.

We had rented, I remember, a room with a balcony.
How many days and nights? Five, perhaps–no more.

Even when we weren’t touching we were making love.
We stood on our little balcony in the summer night.
And off somewhere, the sounds of human life.

We were the soon to be anointed monarchs,
well disposed to our subjects. Just beneath us,
sounds of a radio playing, an aria we didn’t in those years      know.

Someone dying of love. Someone from whom time had taken
the only happiness, who was alone now,
impoverished, without beauty.

The rapturous notes of an unendurable grief, of isolation    and terror,
the nearly impossible to sustain slow phrases of the    ascending figures–
they drifted out over the dark water
like an ecstasy.

Such a small mistake. And many years later,
the only thing left of that night, of the hours in that room.

Louise Glück

El balcón

Era una noche como esta, al final del verano.

Habíamos alquilado, lo recuerdo, un cuarto con balcón.
¿Cuántos días y noches? Cinco, tal vez... no más.

Hasta cuando no nos tocábamos estábamos haciendo el amor.
Salíamos a nuestro pequeño balcón en la noche de verano.
Y lejos, en algún lugar, los sonidos de la vida humana.

Éramos monarcas que pronto serían coronados,
con la mejor disposición hacia nuestros súbditos. Debajo,
el sonido de una radio, un aria que entonces no conocíamos.

Alguien muriendo de amor. Alguien a quien el tiempo le había      quitado
la única felicidad, que había quedado sola,
empobrecida, sin belleza.

Las arrobadoras notas de un dolor insoportable, de aislamiento y terror,
las lentas frases de la melodía ascendente, figuras casi     imposibles de sostener,
flotaban sobre el agua negra
como un éxtasis.

Un error tan pequeño. Y muchos años más tarde,
lo único que quedó de esa noche, de las horas en esa    habitación


Traducción de Mirta Rosemberg

la higuera estelar

Estoy pensando en buscar
Algún planeta habitable
Porque el aire respirable
Está empezando a faltar
Se funde el hielo polar
La mar sube amenazante
Ni gota de carburante
Queda en el hondo subsuelo
Qué tomadura de pelo
No hay futuro por delante
En una nave estelar
Va la quimera del hombre
Derecha a ningún lugar
Andamos narcotizados
La gente no duerme quieta
Como un limón el planeta
Exprimen los potentados
Parecen muy empeñados
En dar a la humanidad
Un grado de libertad
Que no lo alcanza un cohete
Y así pagarse el billete
Hacia la inmortalidad
En una nave estelar
Va la quimera del hombre
Derecha a ningún lugar
Dios de la tecnología
Me estoy quedando perplejo
No quiero llegar a viejo
Con esta duda sombría
Me pregunto si algún día
Los técnicos de la Nasa
Para saber lo que pasa
No inventarán un pasaje
En que se termine el viaje
Antes de salir de casa
No quiero viajar
En una nave estelar
Con los pies sobre la tierra
Quiero estar
No quiero viajar
En una nave estelar
A la sombra de una higuera
Una siesta voy a echar
En una nave estelar
Va la quimera del hombre
Derecha a ningún lugar





La nave estelar by Juan Perro on Grooveshark

necesidad de paisajes

Yo sé
que el tierno amor escoge sus ciudades
y cada pasión toma un domicilio,
un modo diferente de andar por los pasillos
o de apagar las luces.
              
Y sé
que hay un portal dormido en cada labio,
un ascensor sin números,
una escalera llena de pequeños paréntesis.
              
Sé que cada ilusión
tiene formas distintas
de inventar corazones o pronunciar los nombres
al coger el teléfono.
Sé que cada esperanza
busca siempre un camino
para tapar su sombra desnuda con las sábanas
cuando va a despertarse.
              
Y sé
que hay una fecha, un día, detrás de cada calle,
un rencor deseable,
un arrepentimiento, a medias, en el cuerpo.
              
Yo sé
que el amor tiene letras diferentes
para escribir: me voy, para decir:
regreso de improviso. Cada tiempo de dudas
necesita un paisaje.

LGM

el equilibrio y las fuerzas

Mecànica terrestre

Veus, és així que tot pot començar.
Després, el més profund. Ara projecta
les figures senzilles, els acords
i els contrasts, les anades cauteloses
i les vingudes ràpides, els gestos
que no s'amaguen a ningú. Jo ho veus,
ara tan bé com qualsevol moment.
Ets a una plaça amb cases a mig fer,
com magranes badades, que deslliuren
granets de cel envidreït.
Els vells
recullen llum com ningú, a les mans
de cera que no es fon, plàcida. Els joves
surten embriagats del cine heroic
i llencen cigarrets a terra, durs
com la pedra que vol clavar un ocell.
Al cafè no del tot luxós, un home
que va pels cinquanta anys i és moll però
vehement, com un drap de barberia,
no sap si prefereix d'oferir foc
ell mateix, a la noia que ho espera,
o d'enviar-hi, humiliant-lo, el mosso
sorneguer, que li espia l'avidesa.
Un aneguet femení, amb una ratlla
de mercromina al turmell dolç on no
trobaràs cap ferida, va corrent
per nua passió, car no té pressa
i vol que ho sapiguem, i riu als vidres
de cada aparador. Ja ho veus. Un món.
Un instant d'un capvespre, has vist els cossos
i les distàncies. Ara calcula
les masses, les libracions dels cors. 
"

Mecánica terrestre

¿Lo ves? así puede todo comenzar.
Después, lo más profundo. Ahora proyecta
las figuras sencillas, los acordes
y los contrastes, las idas cautelosas
y las venidas rápidas, los gestos
que a nadie se le esconden. Ya lo ves,
ahora tan bien como en cualquier momento.
Estás en una plaza a medio edificar
y, cual granadas hendidas, las casas
ofrecen granos de cielo de cristal.
Mejor que nadie los viejos recogen luz
en manos de mansa cera sin fundir.
Los chicos salen ebrios de un heroico
filme y lanzan cigarrillos al suelo
piedras que un pájaro buscan ensartar.
En el café no del todo lujoso,
un hombre casi cincuentón, débil
mas vehemente, como un paño de barbero,
no sabe si prefiere darle fuego
él mismo a la chica que lo espera
o enviar, humillándolo, al mozo
taimado que le espía su avidez.
Un ánade juvenil, con una raya
de mercromina en el tobillo dulce
donde no hallarás herida alguna,
corre por nuda pasión, pues va sin prisa
y quiere que se note; a los cristales ríe
de cada escaparate. Un mundo, ya lo ves.
En un momento de un anochecer, has visto
cuerpos y distancias. Ahora calcula
las masas, las libraciones del corazón-

Gabriel Ferrater. Traducción de Mª Àngels Cabré.

Quien quiera estudiar más, aquí tiene.

nudo2, da.
(Del lat. nudus).
1. adj. desnudo.

libración.
(Del lat. libratĭo, -ōnis).
1. f. Movimiento oscilatorio que un cuerpo, ligeramente perturbado en su equilibrio, efectúa hasta recuperarlo poco a poco.
2. f. Astr. Cada uno de los movimientos oscilatorios de la Luna, reales o aparentes, por los cuales la zona visible del satélite varía ligeramente.

mecánica.
(Del lat. tardío mechanĭca, y este del gr. μηχανικ).
1. f. Parte de la física que trata del equilibrio y del movimiento de los cuerpos sometidos a cualquier fuerza.

mi libro

Domingo cubierto y lluvioso, con la salud de nuevo en manos víricas o, simplemente, exhausto o ambas cosas. La mesa hecha un cuadro de papeles y libros. La casaca negra ya preparada, como el traje de los toreros. Y las ollas pidiendo más madera mientras el Ibuprofeno desfila ante ellas. Entre estas imágenes me dispongo a abordar la despedida de la semana que empezó con el Apollo XIII y acaba con un batiscafo. No suelo hablar explícitamente de mi libro en este cuaderno, pero hoy, mira tú por dónde, me he permitido una licencia. Los sonidos que me acompañan son el borboteo del caldo en tres ollas, el de un partido de fútbol pasado por agua en el parque adyacente, la vibración del móvil en silencio, la teclas que hacen aparecer estas letras y, de cuando en cuando, Los Madison. También las imágenes de ayer, y las de antes, las del viernes, las del jueves, y así en una cuenta atrás; las imágenes que tienen sonidos en una especie de sinestesia. Tantos ojos, tantas miradas, tantas giros de caderas imperceptibles, tantas lágrimas vistas, oídas, soñadas, tantas risas, sonrisas, abrazos, caricias, versos, más abrazos.

Todo resuena, todo alimenta el oído, el que se halla en el interior de la masa gris.