tornados

Ni hecho aposta el camino de los adoquines amarillos. El jueves pasado en el Doré, con quien debía de ser para la circularidad, mientras otras siguen su curso en la ciudad que me vio nacer. 
Más allá de la psicotropía lo de Frank Baum, Fleming y compañía. Judy ya me dolía a sus diez y algo.
No es de extrañar lo de la quinta
Abrumado por los tornados.