Me
equivoqué y me salté el VI. Menos mal que las casualidades tienen eso de no
serlo, casualidades, y me di cuenta. Así que con dos de retraso, ahí va:
VI
sin
despensa ni llave en el ropero,
una
tarde, un puerto, una estela,
un
libro, un ritmo, una muerte
desacreditada
como un truco de naipes
duras
aristas de fachadas,
latidos
de reloj y corazón prohibido, volver
a
ponernos la camisa a media asta,
agradecer
la soledad que me has quitado
que
te he quitado
una
tarde, una estela
del
acaso
de
la sabiduría convencional
amado
y amante, turba el amor
sólo
el miedo
un
seguro de entierro y naufragio, respeta
las
páginas y no sabremos antes de tiempo
en
qué muerto termina esta aventura
se
quedará de sal en la ciudad perdida.
Manuel
Vázquez Montalbán
Y
claro, cómo no irnos de la mano a la mujer de Lot.
Gracias,
cara.