las instrucciones de Elena

INSTRUCCIONES PARA EMITIR UN BUEN VOTO

Comencemos por lo básico: se necesita una buena cita electoral. Una cita electoral importante o incluso varias a un tiempo. Puestos a emitir un buen voto incluso se pueden emitir dos y acertar en ambos. O no.
La cita  -o citas- electorales deben de tener enjundia, es decir deben de ser capaces por si solas de cambiar una situación, de remover de su sillón a una persona importante, a varias o incluso a muchas personas molestas  y, si me apuran, de poder cambiar las condiciones de vida de la mayoría de la población. Si no es este el caso no merece la pena ni continuar leyendo esta instrucción. Ejerciendo su libre albedrío quédese en casa o salga, siempre eso si ajeno al alboroto electoral, y dedique su tiempo a la familia o a los amigos.

El resto sigue aquíUn placer y un honor, Elena.

tus dientes son lo finito dentro de lo infinito

La de este domingo en El pajarito:
Así se titula en relato corto que sigue. La peculiaridad que alberga, al menos para un servidor, es su fecha de escritura: diciembre de 1995. Como me imagino que le ocurre a Ángel F. Saura con sus fotografías que aparecen en este suplemento dominical, volver a aquello que se creó hace tiempo es una experiencia asombrosa. Es fácil que uno se reconozca en su trabajo tanto como se extrañe; que el recuerdo que tenga de su creación y las circunstancias que lo rodearon se asemeje al recuerdo de una película vista hace mucho tiempo, un recuerdo mitad olvidado, mitad inventado, más basado en sensaciones que en fotogramas. Yo creo recordar que por aquel entonces tenía un canario y que ella tenía veinte años.
No sabría decir cómo pero salió de la Tierra en dirección al espacio, camino de su viaje exterior; bueno, sí, fue con la imaginación y, sin embargo, era todo tan real como si estuviese ocurriendo a la manera convencional. 
El resto, aquí.