Charles B. en castellano

SONI

Estoy en un bar y alguien se llama Soni
El suelo está cubierto de ceniza Como un pájaro
como un solo pájaro llegan dos ancianos
Arquíloco y Anacreonte y Simónides Miserables
refugios del Mediterráneo No preguntarme que hago
aquí, no recordar que he estado con una muchacha
pálida y rica Sin embargo sólo recuerdo rubor
la palabra vergüenza después de la palabra vacío
Soni Soni! La tendí de espaldas y restregué
mi pene sobre su cintura El perro ladró en la calle
abajo había un cine y después de eyacular
pensé «dos cines» y el vacío Arquíloco y Anacreonte
y Simónides ciñéndose ramas de sauce El hombre
no busca la vida, dije, la tendí de espaldas y se
lo metí de un envión Algo crujió entre las orejas
del perro Crac! Estamos perdidos
Sólo falta que te enfermes, dije Y Soni
se separó del grupo La luz de los vidrios sucios
lo presentó como un Dios y el autor
cerró los ojos

a veces los ojos verdes

EN LA SALA DE LECTURAS DEL INFIERNO

En la sala de lecturas del Infierno En el club
de aficionados a la ciencia-ficción
En los patios escarchados En los dormitorios de tránsito
En los caminos de hielo Cuando ya todo parece más claro
Y cada instante es mejor y menos importante
Con un cigarrillo en la boca y con miedo A veces
los ojos verdes Y 26 años Un servidor

Roberto Bolaño

oscilar

La electricidad y sus entrañas siempre me resultaron inasequibles. Tanto como hipnótica.

oscilógrafo.

1. m. Fís. Aparato registrador de oscilaciones.





creer haber sido elegidos


III

Tápate,
tápate las metáforas, hace
un pequeño frío de pequeño invierno,
con un pequeño radiador, pequeño
tiempo para sentirnos juntos
menos solos
que solos habitualmente, menos sabios
para decir amor mío sin remordimientos
para creer haber sido elegidos
hace tiempo
en un Mercado Persa anunciado por profetas

sí, cubro también mis imágenes impacientes.


Manuel Vázquez Montalbán

más valiente que nadie

Tanto en este cuaderno como en el anterior he considerado muchas veces el sempiterno tema de definir la poesía, de tratar de expresar de qué va el asunto. Roberto, con su brillantez habitual, nos ofrece un tiro certero al respecto:

RESURRECCIÓN

La poesía entra en el sueño
como un buzo en un lago.
La poesía, más valiente que nadie,
entra y cae
a plomo
en un lago infinito como Loch Ness
o turbio e infausto como el lago Balatón.
Contempladla desde el fondo:
un buzo
inocente
envuelto en las plumas
de la voluntad.
La poesía entra en el sueño
como un buzo muerto
en el ojo de Dios.

Roberto Bolaño