el vino, el sueño y la muerte

Nocturne

Veillerons-nous ce soir ?
La lune est haute ;
Toutes les palmes de la nuit calme,
Voluptueuses, flottent,
Pour un épithalame...
Et l'air prie bas entre les feuilles noires ;
Une eau sanglote ;
On pourrait voir,
A travers le ciel résillé d'étoiles fines,
L'ombre de Dieu et Dieu qui se devine.

Serait-ce un sacrilège ?
La nuit est-elle à nous, spectres du jour,
Avec la honte au coeur des haines et des amours
Et tout ce poids d'humilié que rien n'allège ?
—Oh! dormons— clos les yeux : nos coeurs sont sourds,
Nos yeux aveugles et las ;

Et l'oeuvre de nos bras
Est telle qu'au jour suffit sa peine, à peine;
Et l'oeuvre de la veille
Ne nous vaut pas un lendemain où prendre haleine :
À chaque soir le vieux sommeil
Voici la longue nuit des songes
Dont le jour, trois fois bas, s'affuble et se prolonge
—Le rêve veille et peine
Près de nos corps inertes qui s'allongent
Mimant le beau jour las qui dort le front au coude—
Puis c'est l'aube, encore d'angoisse ! et telle
Qu'il semble que toute l'âme saigne, goutte à goutte,
Au néant, s'y dissoudre, l'immortelle !...

Dors— bonne nuit ! pourtant : ris, rêve et doute...
Ce baiser de ta bouche
Fut comme un peu de vin ;
Ta main fraîche à mon front est comme une pluie fine
—Ton doux bras que je touche
Est tiède comme la nuit de juin...

La lune au ras des peupliers se couche
...On mourrait bien...

Francis Vielé-Griffin


Nocturno

¿Permaneceremos esta noche en vela?
La luna está en lo alto:
Todas las palmas de la noche calma, 
Voluptuosas, flotan,
Para un epitalamio...
Y en voz baja reza el aire entre las hojas negras;
Solloza el agua;
Podríamos ver,
A través del cielo tachonado de estrellas finas,
La sombra de Dios y Dios que se adivina.

¿Será acaso un sacrilegio?
A nosotros, espectros del día, ¿nos pertenece la luna
Con la vergüenza en el pecho de odios y de amores
Y ese peso entero de humillación que nada calma?
—Oh, durmamos —con los ojos cerrados: tenemos sordo el pecho,
Los ojos ciegos y cansados;

Y es tal la obra de nuestros brazos
Que a cada día le basta con su pena, apenas;
Y la obra de la víspera
No nos brinda siquiera un día futuro para tomar aliento:
En cada noche el viejo sueño
He aquí la noche larga de los sueños
Con la que el día, tres veces bajo, se disfraza y prolonga
—El sueño vela y pena
Cerca de nuestros cuerpos inertes que se estiran
Imitando al bello día cansado que duerme con la frente en el codo-
Luego de nuevo el alba, de angustia nuevamente, y tanta
Que pareciese que toda el alma sangra, gota a gota,
Para perderse, inmortal, en la nada!...

Duerme— buenas noches, sin embargo: sonríe, sueña y duda...
Fue el beso de tu boca
Como un poco de vino;
Tu mano, fresca sobre mi frente, es como lluvia fina
—Tu brazo, que yo toco, suave
Es tibio como la noche de junio...

La luna a la altura de los álamos se acuesta
...Morir sería tan fácil... 

Traducción de Miguel Frontán Alfonso.

canciones de ayer (y III)


Uno se cree
Que los mató
El tiempo y la ausencia.
Pero su tren
Vendió boleto
De ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
Que nos dejó un tiempo de rosas
En un rincón,
En un papel
O en un cajón.
Como un ladrón
Te acechan detrás
De la puerta.
Te tienen tan
A su merced
Como a hojas muertas
Que el viento arrastra allá o aquí,
Que te sonríen tristes y
Nos hacen que
Lloremos cuando
Nadie nos ve.