ground control


salvoconducto.

1. m. Documento expedido por una autoridad para que quien lo lleva pueda transitar sin riesgo por donde aquella es reconocida.

2. m. Libertad para hacer algo sin temor de castigo.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
Salvoconducto. Es la guía o seguridad que el Príncipe concede a sus enviados o vasallos para que puedan transitar por todas las Ciudades y Lugares de su Reino libremente y sin que nadie o Justicia alguna les embarace el paso de su persona o en que se ruega a los Reyes y Señores de otros Reinos que al paso por el suyo no se les moleste, antes se les ampare y defienda.



finesse




Me quieres hacer un masaje,
me parece bien.

Me quieres hacer un masaje,
me parece bien.
Me pides que cierre los ojos
y que me esté tranquilo, ya sé para qué.

Me coges el tono del cuello
y empiezas a hablar
de lo que yo siempre hablo
para que no me fije en que ahora aprietas más.

Y yo intento relajarme
y quedarme muy, muy quieto.
Pero algo te distrae
y siento aflojar tus de… edos.

Me quieres dar una sorpresa,
no diré que no.
Me pides que extienda la mano
y que cierre los ojos y es lo que hago yo.

Te oigo como abres cajones,
buscando a saber qué.
Ahora ya lo has encontrado
y te acercas deprisa a acabar de una vez.

Y yo espero que sea rápido
y morir en el momento.
Pero llaman a la puerta
y lo dejas para lue ... ego.

Y ya me estoy aburriendo
de esperar a que te animes.
Y cualquier día de estos
me decidiré a decirte, a decirte ...

Acaba de, acaba de una vez,
acaba de una vez conmigo.
Acaba de, acaba de una vez,
acaba de una vez conmigo.
Acaba de, acaba de una vez,
acaba de una vez conmigo.

enemistad


¿Qué sabe el enemigo ?

¿Acaso sabe el enemigo algo de mi?

¿Sabe algo más que el olor a chamusquina de mi carne?
¿Se ha permitido palpar, despojado de prejuicios,
la densidad salobre de mi sangre?
¿Apoyó, quizás, en el nido de su lengua
la belleza amarga de mi semen?

¿Qué sabe el enemigo?

Solo presiente el rencor y la opacidad desde los que pienso.
Solo sabe la vida que me bebo.
Solo ve el amor que me respira.

¡Y estos pocos datos le han bastado!

Para ponerme contra la pared
y apretar el cuello con mis propias manos.

César León Vargas