no different from



“It takes a remarkably short time to withdraw from the world. I travelled until I arrived at a life of my own. What really makes us is beyond grasping. It is way beyond knowing. We give in to love because it gives us some sense of what is unknowable. Nothing else matters. Not at the end.
I saw her once more only. I saw her by accident at an airport changing planes. She didn’t see me. She was with Peter. She was holding a child. She was no different from anyone else.”
Tras haberla visto varias veces en el tiempo, la frase clave -y hay dura competencia- que se me quedó flotando es She was no different from anyone else.
Encontré esto al respecto. Me pareció acertado y sucinto. Para qué duplicar, pues.

Espartaco y Boris

De todas las versiones que llevo escuchadas, la que más me gusta. Apunto momentos: 1:20, 1:38, 7:50. La presencia de Boris es inmensa. Inmenso niño chico.

la predicha muerte del jazz

También salió aquel día:

West 52nd Street

El jazz se está muriendo. Agonizante
aún da lecciones, mientras los siniestros
grupos de blancos buitres le rodean
y hunden su pico en la carne aún viva.

Los negros le abandonan. Tienen prisa
en llegar al despacho, profesiones,
cargos ejecutivos o al Senado.
Se sienten importantes en su empleo
pues pisan un terreno antes prohibido.

Y el jazz se está muriendo sin su ayuda.
Y los blancos aguardan el relevo.

Os quitarán el jazz. Y sin "swing", preso
en el papel pautado, asomará
su esquelético cuerpo entre las rejas.

Le integrarán, como a vosotros, negros,
en su sólida cárcel de sonidos.

Habrí­a que hacer algo. Deberí­a
alguien romper el vidrio de la alarma
y alertar a la gente. La elección
entre el dolor de un pueblo y la obra de arte
excepcional, no ofrece duda alguna.

Se nos está muriendo el jazz, la música
despreciada y amada. Humana. Mágica.
El oscuro milagro de este siglo.
La gran creación del negro de Norteamérica.

J. M. Fonollosa