daddy, where have you been?

Por momentos incómoda, desasosegante, fría. Por momentos, uno quiere que sus creadores tomen partido y nos ofrezcan una mano amiga, una tabla de salvación moral. Pero no lo hacen, y la frialdad y la cotidianidad quedan flotando, como los desayunos en casa con los niños, como llevarlos al cole, como ir a trabajar, como vivir normalmente, como matar cotidianamente. Excelente la primera temporada, me costó la noche en vela.
Las muñecas Barbie siempre me produjeron repelús. Las cuerdas y cuchillos, no: se anclaron en mi literatura con veinte años.
Pero The fall no esto de arriba; también es un análisis de Belfast, de Irlanda del norte, del papel de la policía, de la configuración de la ciudad, del poder, de las capas sociales. Lo que tiene que ser un serie que aborde una cata social. Por poner algún pero, en ocasiones me carga el tono reivindicador feminista, más que nada por evidente y repetitivo.
Respecto a los hermanos Auserón y al señor Sierra, qué decir a estas alturas. Su No tocarte, que recoge buena parte de la psicología de la serie, pero sin la patología, siempre me pareció una obra maestra. La actuación del 85 es maravillosa; por desgracia, difícilmente imaginable hoy en día, paradójicamente.








No tocarte 
y pasar todo el día junto a ti 
no tocarte yo no sé lo que esperas de mí 
ve despacio el bosque se llena de humo 
no voy a tocarte es mejor así. 

Atontado voy siguiendo tu rastro animal 
y eso es algo que tú no deberías soportar 
tan segura pareces y yo me pregunto ¿Por qué? 
¿Cuál es el precio que marca tu piel?. 

No tocarte, no tocarte, no tocarte o quizás 
podría devorarte. 

Súbete a un árbol, rompe tus medias, 
llora en un rincón 
no voy a tocarte 
es mejor así. 

Dame un poco de leche y de pastel de mamá 
no comprendo tu cara de felicidad 
sé que estás pensando en cuerdas y cuchillos 
no voy a tocarte, prefiero no mirarte. 

No tocarte, no tocarte, no tocarte o quizás 
podría devorarte. 

Ese hombre que mide su tierra 
con arma de fuego ¿Quién es? 
¿Ese tipo que ve tu pecado 
en el punto de mira quién es?, ¿quién es? 

No, no, no, no... No tocarte o quizás 
podría devorarte. 

Madrugada, volviendo hacia el pueblo 
se enciende la fábrica que mueve mi cuerpo 
soy un gran obrero, soy un minero, 
llevo un hermoso sombrero 
soy un viajero en la vía del tren. 

No tocarte 
no tocarte 
no tocarte o quizás 
podría devorarte.

Salvación por interregno

En tu diálogo interior en el reino de la duermevela trascurre el discurso con una fluidez armoniosa, un ajuste en los vocablos, una sintaxis precisa. Es nítida la visión, despojada de ruidos y asumida como epifanía, como revelación laica. Descendió la claridad de entendimiento al mundo de la confusión y durante un tiempo el diálogo gradualmente va disolviendo la maraña cotidiana hasta quedar un fluido transparente con un ligero brillo de luz primaveral.

El resto, como siempre, donde Jon.