y ya no pides nada, sólo a Edna

EL FANTASMA DE EDNA LIEBERMAN

Te visitan en la hora más oscura
todos tus amores perdidos.
El camino de tierra que conducía al manicomio
se despliega otra vez como los ojos
como sólo podían sus ojos
elevarse por encima de las ciudades
y brillar.
Y brillan nuevamente para ti
los ojos de Edna
detrás del aro de fuego
que antes era el camino de tierra,
la senda que recorriste de noche,
ida y vuelta,
una y otra vez,
buscándola o acaso
buscando tu sombra.
Y despiertas silenciosamente
y los ojos de Edna
están allí.
Entre la luna y el aro de fuego,
leyendo a sus poetas mexicanos
favoritos.
¿ y a Gilberto Owen,
lo has leído?,
dicen tus labios sin sonido,
dice tu respiración
y tu sangre que circula
como la luz de un faro.
Pero son sus ojos el faro
que atraviesa tu silencio.
Sus ojos que son como el libro
de geografía ideal:
los mapas de la pesadilla pura.
Y tu sangre ilumina
los estantes con libros, las sillas
con libros, el suelo
lleno de libros apilados.
Pero los ojos de Edna
sólo te buscan a ti.
Sus ojos son el libro
más buscado.
Demasiado tarde
lo has entendido, pero
no importa.
En el sueño vuelves
a estrechar sus manos,
y ya no pides nada.

Roberto Bolaño

de Castro a García

Metamorfosis

No vivo aquí, soy de todos ellos,
un aire me respira.

Concha García

A veces (muy pocas, demasiadas,
suficientes),
me ha crecido una garra,
se ha afilado un colmillo entre mis dientes,
se ha cubierto mi piel
de un tupido pelaje.
Entonces, he sentido
esa especie de hambre
que sólo se sacia machacando:
la sed de acorralar,
el breve deseo de aplastarte.
La risa después de un golpe sucio,
algo ardiendo debajo de la falda.

Y es que, a veces (¿muy pocas?,
¿suficientes?, ¿demasiadas?),
me he escuchado emitiendo
el ruido de las bestias.

Olalla Castro Hernández

Anomalía

No paseo. Ni ando. Voy a casa.
Cayó del monedero el bono-bus
y tengo cinco duros. Ni para
cerveza me queda. Te amé
escrupulosamente. Iba
a charcuterías y te invitaba
a cenar. Eso era una muestra
evidente de mi ternura. No
tengo nada. Nada.

Concha García

Seda en audio

Aquí está el bebé. Primer parto de audiolibro. Habrá más. Esperamos mejorías.