qué nos pone: un ejemplo

KAREN:
I know there are women, like my best friends, who would have gotten out of there the minute their boyfriend gave them a gun to hide.
"Fha!  You and your gun. Get out of here, who needs you?"
That's what they would have said to him. But I didn't. I've got to admit the truth. It turned me on.

KAREN:
The truth was, that no matter how bad I felt, I was still very attracted to him. Why should I give him up to someone else? Why should she win?

El palimpsesto de Manhattan. O lo que ya escribió Jaime.

Manhattan Sunday es un libro de fotografías de Richard Renaldi. El tal Richard fotografía la madrugada del domingo en Manhattan, su desnudez y los pobladores que surgen de los clubes nocturnos gays, la limpieza de las calles, la prostitución. Richard compone una genialidad a la que llegué por casualidad y en la que entré de cabeza como quien entra en un territorio misteriosamente conocido de antemano. Aquí hay un reseña en inglés.
Te acompañan las barras de los bares 
últimos de la noche, los chulos, las floristas, 
las calles muertas de la madrugada... 


















Jaime desdoblado

Contra Jaime Gil de Biedma

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso, 
dejar atrás un sótano más negro 
que mi reputación -y ya es decir-, 
poner visillos blancos 
y tomar criada, 
renunciar a la vida de bohemio, 
si vienes luego tú, pelmazo, 
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes, 
zángano de colmena, inútil, cacaseno, 
con tus manos lavadas, 
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares 
últimos de la noche, los chulos, las floristas, 
las calles muertas de la madrugada 
y los ascensores de luz amarilla 
cuando llegas, borracho, 
y te paras a verte en el espejo 
la cara destruida, 
con ojos todavía violentos 
que no quieres cerrar. Y si te increpo, 
te ríes, me recuerdas el pasado 
y dices que envejezco.
Podría recordarte que ya no tienes gracia. 
Que tu estilo casual y que tu desenfado 
resultan truculentos 
cuando se tienen más de treinta años, 
y que tu encantadora 
sonrisa de muchacho soñoliento 
-seguro de gustar- es un resto penoso, 
un intento patético. 
Mientras que tú me miras con tus ojos 
de verdadero huérfano, y me lloras 
y me prometes ya no hacerlo.
Si no fueses tan puta! 
Y si yo no supiese, hace ya tiempo, 
que tú eres fuerte cuando yo soy débil 
y que eres débil cuando me enfurezco... 
De tus regresos guardo una impresión confusa 
de pánico, de pena y descontento, 
y la desesperanza 
y la impaciencia y el resentimiento 
de volver a sufrir, otra vez más, 
la humillación imperdonable 
de la excesiva intimidad.
A duras penas te llevaré a la cama, 
como quien va al infierno 
para dormir contigo. 
Muriendo a cada paso de impotencia, 
tropezando con muebles 
a tientas, cruzaremos el piso 
torpemente abrazados, vacilando 
de alcohol y de sollozos reprimidos. 
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos, 
y la más innoble 
que es amarse a sí mismo!

Aquí está el poema leído por el propio Jaime. Y aquí una nota de prensa suculenta.