aquel club de jazz
Con veinticinco años entró con los santones de la vanguardia, los que acompañaban al totémico Miles en sus discos más experimentales. Parece feliz en lo vídeos cantando preciosamente. Me gusta recordarlo así, anteponer su imagen de niño que disfruta con su juguete antes de que sus neuronas se lo llevaran por delante.
Segundo lustro de los setenta. No dejo de preguntarme qué legado estamos produciendo desde hace ya un tiempo a esta parte. O estoy ciego, que es posible, or the waste land.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)