Nuestro Jesús se exilia a Canadá. Y en Canadá hace frío,
y hay nieve, y la tierra se hiela. y las imágenes que todo ello genera el poeta
lo utiliza en medio, imagino, de la desazón del desarraigo, de la extrañeza de
una lengua, de un paisaje, de un mundo. Nadie muere de frío/ de distancia, dice
en voz alta, como queriendo convencerse, exorcizando su dolor, aferrándose a la
inevitable primavera.
Tres poemas breves y una comunicación
1
Está tan frío el mundo
que duele la vida en los ojos
inútil sol que sólo sirves
para hacer que la nieve sea más nieve.
2
Y sin embargo el agua
aún vive bajo el hielo
donde el agua se defiende de ser hielo
la hierba está esperando
abrigada del frío por el frío.
3
Nadie muere de frío
de distancia
como los árboles déjate
helar para guardar la vida dura-
mente mientras la vida es dura y fría
las yemas de los dedos de los árboles
no han perdido el color de la esperanza.
4
Si llamas
al bosque
por teléfono
lo cogerá el invierno
seguramente
pero si vas
al bosque
en invierno
hablarás con los árboles
directamente
sobre la inevitable
primavera.
Jesús López Pacheco