unidad primigenia universal





Volvemos al tema que recorría buena parte de las últimas entradas: el desconocimiento. Hoy me llega un caso de buceo realizado por mano amiga. Se trata, bien fácil, de coger una canción interpretada a lo largo de muchos años, algo así como un estándar, e ir viendo las variaciones en la letra, la interpretación, etc. Y, claro, irse a los orígenes, de donde mana todo. El resultado es este que sigue.
Y respecto al desconocimiento, de Juan Carlos y Enrique no había oído hablar en mi vida. Una vez más.
Por cierto, ambas versiones que propongo son de Charlo, aunque en la primera aparezca la carátula de Gardel. Don Carlos estaba criando malvas (1935) cuando el tema apareció (1936). La versión de Charlo es de la década de los 50. Y, ya puestos, si alguien quiere recibir un guiño, que indague en la figura de Akiko, que lo va a disfrutar.


Quiero emborrachar mi corazón
Para apagar un loco amor
Que más que amor es un sufrir...
Y aquí vengo para eso,
Pa borrar antiguos besos
En los besos de otras bocas...
Si su amor fue "flor de un día"
¿Por qué causa es siempre mía
Esa cruel preocupación?
Quiero por los dos la copa alzar
Para olvidar mi obstinación
Y más la vuelvo a recordar.


Nostalgias
De escuchar su risa loca
Y sentir junto a mi boca
Como un fuego su respiración.
Angustia
De sentirme abandonado
Y pensar que otro a su lado
Pronto... Pronto le hablará de amor...


¡Hermano!
Yo no quiero rebajarme,
Ni pedirle, ni llorarle,
Ni decirle que no puedo más vivir...
Desde mi triste soledad veré caer
Las rosas muertas de mi juventud.


Gime, bandoneón, tu tango gris,
Quizá a ti te hiera igual
Algún amor sentimental...
Llora mi alma de fantoche
Sola y triste en esta noche,
Noche negra y sin estrellas...
Si las copas traen consuelo
Aquí estoy con mi desvelo
Para ahogarlo de una vez...
Quiero emborrachar al corazón
Para después poder brindar
Por los fracasos del amor...


Nostalgias
De escuchar su risa loca
Y sentir junto a mi boca
Como un fuego su respiración.
Angustia
De sentirme abandonado
Y pensar que otro a su lado
Pronto... Pronto le hablará de amor...

¡Hermano!
Yo no quiero rebajarme,
Ni pedirle, ni llorarle,
Ni decirle que no puedo más vivir...
Desde mi triste soledad veré caer
Las rosas muertas de mi juventud.