Portugal

El poema de Pablo y algunas conversaciones de estos últimos días me han llevado de nuevo a esos discos antiguos de Manolo y Quimi, discos con algunos temas que adoro. Uno de ellos es este Portugal quimérico al que nunca llegó:

Explotan las calles y yo estoy aquí, 
mirando a la gente, soñando en volver. 

Las tardes de cine ya no puedo más. 

Ginebra y pastillas de dormir. 

Carreras en coche de acá para allá, 

límite de zona ya te encontraré. 

Volviendo de día siempre hasta el final 

aunque pierda el tiempo me da igual. 

De las montañas hasta el mar 

vagando por el frente. Terror a la inseguridad. 

Tormenta en las vanguardias... 

...nunca llegaste a Portugal. 

Amenaza guerra y yo estoy aquí, 

ladrando a los perros pensando en huir. 

Las tardes de sueño ya no aguanto más, 

me rompo en pedazos al hablar. 

Nos dieron las ocho, me quise morir. 

Adiós... no me busques, yo te encontraré. 

Si quieres llamarme el 303... 

la gente te arrastra hacia el andén. 

De un lado a otro del canal 

vagando por la noche. Terror a la inseguridad. 

Tormenta en las vanguardias... 

...nunca llegaste a Portugal...

carta a mi madre I

Domingo por la tarde de nuevo. Hoy paseaba por la ciudad y un aire extraño la recorría. No se sabía a qué se jugaba, previo a la noche de Reyes.
Retomo un hábito que me encanta: el de publicar la tarde del domingo. Hoy comienzo con una serie de entradas que cubrirán la Carta a mi madre, de Juan Gelman, un texto duro y único, denso, inhóspito, descarnado, imprescindible.

CARTA A MI MADRE

(GINEBRA, PARÍS, JULIO 1984 PARÍS, NOVIEMBRE 1987)

a Teodora

recibí tu carta 20 días después de tu muerte y cinco minutos después de saber que habías muerto / una carta que el cansancio, decías, te interrumpió / te habían visto bien por entonces /aguda como siempre / activa a los 85 años de edad pese a las tres operaciones contra el cáncer que finalmente te llevó/

¿te llevó el cáncer? / ¿no mi última carta? / la leíste, respondiste, moriste / ¿adivinaste que me preparaba a volver? / yo entraría a tu cuarto y no lo ibas a admitir / y nos besábamos / nos abrazamos y lloramos / y nos volvemos a besar / a nombrar / y estamos juntos / no en estos fierros duros /

vos / que contuviste tu muerte tanto tiempo / ¿por qué no me esperaste un poco más? / ¿temías por mi vida? / ¿me habrás cuidado de ese modo? / ¿jamás crecí para tu ser? / ¿alguna parte de tu cuerpo siguió vivida de mi infancia? / ¿por eso me expulsaste de tu morir? / ¿como antes de vos? / ¿por mi carta? / ¿intuiste? /

nos escribimos poco en estos años de exilio / también es cierto que antes nos hablamos poco / desde muy chico, el creado por vos se rebeló de vos / de tu amor tan estricto / así comí rabia y tristeza / nunca me pusiste la mano encima para pegar / pegabas con tu alma / extrañamente éramos juntos /

no sé cómo es que mueras / me sos / estás desordenada en mi memoria / de cuando yo fui niño y de pronto muy grande / y no alcanzo a fijar tus rostros en un rostro / tus rostros es un aire / una calor / un aguas / tengo gestos de vos que son en vos / ¿o no es así? / ¿imagino? / ¿o quiero imaginar? / ¿recuerdo? / ¿qué sangres te repito? / ¿en qué mirada mía vos miras? / nos separamos muchas veces /