Si uno pudiera
reducirlo todo a hacer formas para su ser amado, a acunar, a tumbarse junto a,
a idear una tonada de poco más de un minuto donde todo eso se pudiera expresar,
a cabalgar sobre la hierba sin riendas, sin espuelas, a pelo, hasta que no
hubiera ni caballo, ni hierba ni nada.
Si uno pudiera
ceñirse a lo esencial, a lo imprescindible, y que todo eso tuviera una melodía,
un sabor fresco a pasta de dientes, a café recién hecho en el despertar
mientras la luz entra por las rendijas de una persiana medio bajada, medio
subida, en una habitación desnuda con una cama grande y una silla desvencijada.
Si uno pudiera
hacer eso, quizás estas canciones no existirían o no las miraríamos con la
mirada añorada de aquello que no se consigue, el oficinista soñando caballos al galope en una ciudad gris de habitaciones con
legajos apilados sobre mesas de madera carcomida, el paraíso de la ausencia de
ataduras, el sonido de un fósforo al encenderse, el silbido suave, los ecos de
Elvis en los besos en la noche avanzada.
Cradle me
I'll cradle you
I'll win your heart
With a woop-a-woo
Pulling shapes just for your eyes
So with toothpaste kisses and lines
I'll be yours and you'll be
Lay with me, I'll lay with you
We'll do the things that lovers do
Put the stars in our eyes
And with heart shaped bruises
And late night kisses
Devine