Llega el momento de
decir la palabra
y se la deja caer,
se la apremia
a transitar entre
los labios,
anclada ya en sus
límites de tiempo.
La palabra se funda
a ella misma, suena
allá en la soledad
de quien la dice
y puja poco a poco
hasta nacer
y antes es nada y
sólo una ansiedad
la hace constancia
de algo irrepetible.
Súbitamente esa
palabra aumenta
el vértigo ritual de
la memoria,
boga sobre los
hombres que la escuchan,
gira anhelante entre
vislumbres
y se alza más y más
y se estaciona, pule
sus bordes
balbucidos, se nivela entre sueños.
Después inicia su
holocausto.
Función de amor o de
vileza,
la palabra se gasta
en la espesura,
puebla sus márgenes
de brozas,
se torna vana, amago
de un aliento,
oscuridad final y
sin sentido.
Está cayendo ya
hecha pedazos.
Rescoldos fugitivos,
restos
de fuegos ilusorios,
flota y flota
sobre las
intenciones preteridas,
entre el silencio de
las conjeturas.
Es nada la palabra
que se dijo
(no importa que se
escriba para
querer salvarla), es
nada y lo fue todo:
la música del mundo
y su apariencia.
José Manuel Caballero Bonald
Me encontré con él a
mi lado hace unas semanas viendo esta exposición monumental. Me puse tan
nervioso. Y tan contento.
preterir
Del lat. praeterīre 'pasar
adelante'.
Conjug.
c. pedir.
U. solo
las formas cuya desinencia empieza por -i.
1. tr. Hacer caso omiso de alguien o algo.
2. tr. Der. Omitir en la institución de herederos a los que son
forzosos, sin desheredarlos expresamente en el testamento.
forzosos, sin desheredarlos expresamente en el testamento.