putochinomaricón

A la mayoría de los creadores no habría que escucharles más allá de su obra. Eso me ha pasado con el zagal de abajo. Escucharlo ha sido una bofetada de mal gusto. No sé cuántas veces usa el pronombre singular de la primera persona en cuatro minutos, pero demasiadas; de los o seas, ni te cuento. Sin embargo, su  propuesta musical me gusta. Me parece coherente y, digamos, ingeniosa; y una bendición que haya surgido algo así. Supongo que en directo ganará por el elemento perfomativo.
De todas maneras, en general, uno se cansa de los mensajes claramente irónicos, claramente señaladores de la imbecilidad predominante, por demasiado poco  elaborados. Y también uno se cana del mundo low-fi, de la idolatración de los pocos medios, de los pocos recursos, de la ingeniería de la escasez, más que nada porque me levantan la sospecha de que tras el low, lo que hay es la escasez de otra alternativa más elaborada. Miró no pinta como pinta por no saber hacerlo de otra manera, eso lo tenemos claro. Con estos, y tendría que definir a quién aludo con estos, tengo serias dudas, por seguir con Miró, de si sabrían pintar de otra forma y, pese a ello, han elegido la deconstrucción del simplismo.





Marlena con y sin

Me pasó la primera, como un regalo. Convencido estoy de que sabía que me iría a la segunda. Tanto Cayo Largo...