Collige, virgo, rosas
Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlete los rosales
que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte te quite lo bailado.
Luis Alberto de Cuenca
instilar
Luis Alberto de Cuenca
Del lat. instillāre.
1. tr. Echar poco a poco, gota a gota, un líquido en otra cosa.
2. tr. Infundir o introducir insensiblemente en el ánimo una doctrina, un afecto, etc.