excedentario vs deficitario

Me gusta mucho leer sobre Gabriel. En general, poca gente escribe sobre él, y quien lo hace lo hace con cariño y, a menudo, conocimiento de causa. Pero, ay, el cariño; ay, la admiración. Mª Àngels hace cuatro aproximaciones, como cuatro caras de un poliédrico Ferrater. Y la cuarta la cierra con el poema póstumo que su amigo y alter ego Jaime le dedicó post mortem. Pues miren ustedes, un servidor discrepa de Jaime y de muchos otros - con los mismos defectos pero con menos cualidades, hubiera funcionado mucho mejor, apunta él-. Yo apunto que para semejantes cualidades hacen falta semejantes capacidades de manejo. No creo que haya que rebajar las cualidades, sino aumentar las herramientas para hacerse con ellas. Me pregunto por qué no suele hablarse del déficit de inteligencia emocional y sí del superávit de la otra, si es que existe separación. Puestos a equilibrar los platos de la balanza, el que suscribe opta por aumentar el peso del deficitario, no por menguar el del excedentario.

Gabriel Ferrater o el exceso de ser inteligente

Mª Ángeles Cabré

PRIMERA APROXIMACIÓN:
Nacido en Reus el 20 de mayo de 1922, Gabriel Ferrater es, sin duda, uno de los poetas catalanes contemporáneos que suscita más pasiones: por un lado, por su incuestionable valor literario y, por otro, por su vinculación a la llamada Escuela de Barcelona -como la bautizó Carme Riera- o «subgrupo catalán» del grupo poético de los años 50 -en palabras de García Hortelano-; es decir, por su condición de compañero de viaje de Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral y José Agustín Goytisolo, entre otros. Autor de una consistente y poco extensa obra literaria, Ferrater publicó tres volúmenes de poesía: Da nunces pueris (1960), Menja't una cama (1962) y Teoria dels cossos (1966), que posteriormente recopiló bajo el título Les dones i els dies (Barcelona, Edicions 62, 1968), y comparte asimismo la autoría de una novela policíaca escrita a cuatro manos. El 27 de abril de 1972, se suicidó en su piso de Sant Cugat, al parecer por miedo a envejecer. No llegó pues a cumplir los 50 y su muerte precoz y violenta lo convirtió en un mito que aún perdura.

SEGUNDA APROXIMACIÓN:
Gabriel Ferrater, cuya familia era propietaria de una empresa de exportación de vinos, aprendió a leer a una edad temprana, aunque no fue a la escuela hasta los diez años. En 1938, tras dos años de contienda civil, su familia se trasladó a Barcelona y desde allí a Francia, pues su padre fue nombrado canciller del Consulado de España en Burdeos, aunque Gabriel tardó algunos meses más en llegar a la patria vecina. Allí prosiguió cultivando su avidez por la lectura: de Baudelaire a Carles Riba, de Guillén a Racine, de Montaigne a Valéry, de Joyce a Gide. En los tres años que permaneció en Francia, aprendió también a leer en inglés y en alemán. Regresó a Reus a finales de 1941. Allí acabó tardíamente el Bachillerato, no sin antes realizar un largo servicio militar. Después se aficionó a leer textos filosóficos, se inició en el universo de las matemáticas y se interesó por la pintura, disciplina que llegaría a practicar. En 1947 comenzó la carrera de Ciencias Exactas, aunque no llegó a acabarla, y comenzaron sus largas temporadas en Barcelona. En 1952, fallecido ya su padre, su madre se estableció en dicha ciudad con sus tres hijos. Ya entonces había empezado a colaborar como crítico de arte en la revista «Laye», que llegaría a tener una gran significación, y durante varios años se ganó la vida realizando traducciones para diversas editoriales. Hizo algunas salidas al extranjero y entabló una intensa amistad con poetas en lengua castellana como Jaime Gil de Biedma y Carlos Barral, frecuentando las tertulias de los martes que se organizaban en casa de este último y que a veces se alargaban hasta el amanecer. Asimismo, dentro del ámbito de la literatura catalana, mantuvo estrechos contactos con poetas como Carles Riba -por quien sintió siempre una gran admiración-, Joan Vinyoli y Rosa Leveroni. En 1958 comenzó a escribir poesía, en palabras suyas «porque tenía ciertas cosas que decir sobre los hombres, las mujeres, España, etc.», y al año siguiente publicó en la revista Cuadernos Hispanoamericanos sus primeros seis poemas. Durante la década de los sesenta vio la luz la totalidad de su obra. En 1964 se casó con una periodista americana, de la que se separó en 1967, y fue director literario de la Editorial Seix Barral, al tiempo que se convertía en un destacado lingüista. Se licenció en Filosofía y Letras y fue nombrado profesor de lingüística y crítica literaria de la recién constituida Universidad Autónoma de Barcelona. Trabajaba en la redacción de una gramática catalana cuando decidió quitarse la vida.

TERCERA APROXIMACIÓN:
Intelectual autodidacta, indómito y de una energía inusual, poeta tardío de quien José María Valverde dijo que era un poeta inglés que escribía en catalán, capaz de aprender polaco para leer a Gombrowicz y que posaba desafiante en las fotografías con sus perennes gafas oscuras, Gabriel Ferrater se inscribe en el panorama de las letras catalanas como un caso insólito. Su poesía es, en buena medida, fruto de su estrecho contacto con los escritores barceloneses en cuya compañía vivió los años 50 y que acabarían por consolidar su vocación poética, y en especial su complicidad con Jaime Gil de Biedma, que él llamaría «confabulación».
Sirvan como espejo de su personalidad las palabras de Jaime Gil a raíz de la decisión de Ferrater de abandonar la literatura con el gesto simbólico de vender su biblioteca:
«Treinta y cuatro años, inteligentísimo, poco dinero, pocas posibilidades establecidas de progreso. Conoce los entresijos de la vida práctica con una extrema lucidez, y al mismo tiempo es radicalmente inepto para la vida práctica. Una de esas personas -yo me tengo por otra- que con los mismos defectos pero con menos cualidades, hubiera funcionado mucho mejor.» (1956)

CUARTA APROXIMACIÓN:
Escribe Ferrater una poesía aparentemente sencilla pero con un trasfondo y en ocasiones una sintaxis difíciles, para cuyo fin escogió el verso blanco shakespeariano, que coquetea con la prosa, y en la que pueden hallarse correspondencias con la obra de sus coetáneos. Una poesía que es, en primer lugar, una expresión de la idiosincrasia del individuo y, en última instancia, una búsqueda permanente de la felicidad; o lo que viene a ser lo mismo, el intento de aprehenderla. «Casi todos mis poemas ocurren en la calle», escribió en 1971, y es ésa una constatación de su condición de poeta urbano, de flaneur y de voyeur, que practica en especial en su ciudad por excelencia, Barcelona. En su mayoría, los poemas elegidos a continuación son pues expresión de sus vivencias en la urbe y acontecen en dicho escenario. Destaca la visión abstracta ofrecida en el poema «La ciudad».
Para finalizar, que sea también Gil de Biedma quien cierre esta invitación a la lectura de Gabriel Ferrater con el poema que le dedicó in memoriam:

A TRAVÉS DEL ESPEJO

Como enanos y monos en la orla
de una tapicería en la que tú campabas
borracho, persiguiendo jovencitas...
O como fieles, asistentes
-mientras nos encantabas-
al santo sacrificio de la fama
de tu exceso de ser inteligente,
éramos todos para ti. Trabajos
de seducción perdidos fue tu vida.
Y tus buenos poemas, añagazas
de fin de juerga, para retenernos.

añagaza.
(Del ár. hisp. annaqqáza 'señuelo', y este del ár. clás.naqqāz 'pájaro saltarín').
1. f. Artificio para atraer con engaño.
2. f. Señuelo para coger aves. Comúnmente es un pájaro de la especie de los que se trata de cazar.

orla.
(Del lat. *orŭla, dim. de ora, borde).
1. f. Orilla de paños, telas, vestidos u otras cosas, con algún adorno que la distingue.
2. f. Adorno que se dibuja, pinta, graba o imprime en las orillas de una hoja de papel, vitela o pergamino, en torno de lo escrito o impreso, o rodeando un retrato, viñeta, cifra, etc.
3. f. Lámina de cartulina, papel, etc., en que se agrupan los retratos de los condiscípulos de una promoción escolar o profesional cuando terminan sus estudios u obtienen el título correspondiente.
4. f. Heráld. Pieza hecha en forma de filete y puesta dentro del escudo, aunque separada de sus extremos otra tanta distancia como ella tiene de ancho, que por lo ordinario es la duodécima parte de la mitad del escudo, que corresponde a la mitad de la bordura.

la proyección homofóbica en la agudeza de Juan José

Pensé que la anterior sería la última entrada del año y mira, aún me da tiempo a alguna más, en esta Nochevieja intelectual. Me sé de alguno que se las lee tras las uvas, perra vida. Vamos a ello, pues.

pagano1.
(De pagar).
1. m. coloq. Persona que paga, generalmente por abuso, las cuentas o las culpas ajenas.

ufano, na.
(Quizá del gót. ufjô 'abundancia, exceso'; cf. prov. ufana'jactancia' y cat. ufana 'lozanía, frondosidad').
1. adj. Arrogante, presuntuoso, engreído.
2. adj. Satisfecho, alegre, contento.
3. adj. Que procede con resolución y desembarazo en la ejecución de algo.
4. adj. Dicho de una planta: lozana.

torvo, va.
(Del lat. torvus).
1. adj. Dicho especialmente de la mirada: Fiera, espantosa, airada y terrible a la vista.

Hemingay

Envejecido, la barba y el pelo
entrecanos, posas delante de un espejo
con el torso desnudo y guantes de boxeo
en una fotografía de los años cincuenta.
(La respiración contenida
te permite ocultar la incipiente barriga.)

En otra, anterior a esos años,
apareces como un joven Nemrod
exhibiendo orgullosos tus trofeos de caza
en Tanganika: leones apagados a balazos,
cebras vistosas, resignadas
a su destino de tapiz o alfombra,
gacelas virginales fusiladas
y bellas cornamentas de venados
que a veces te servían de perchero.

Un harén de mujeres africanas
acompañaba tus legendarios safaris.
Al furor carnicero sucedía el erótico,
no menos apremiante.
Para recuperar tus fuerzas, añadías
a tus habituales hamburguesas
cuerno triturado de rinoceronte y cantáridas
fritas, siempre propicias al culto fálico.

Merenguito, barman de la taberna
el gallo Rojo de La Habana
bautizó con tu nombre un cóctel explosivo,
y por tu fama de padrillo
los Mariachis Unidos de Jalisco
te honoriscausaron Gringo Rijoso
por mayoría de votos y bigotes.

Sin duda fueron z memorables
arponearle la cola a Moby Dick,
sentar en tus rodillas a la ondulante Mata Hari,
escribir una obra maestra como "El viejo y el mar"
y desafiar, en la fiesta de San Fermín,
el torrente ensordecedor de los toros
bajando por las estrechas calles de Pamplona.

Pero no me parece un episodio
digno de figurar entre tus hazañas
el puñetazo que le propinaste
-según tus biógrafos- a un marica andaluz
(de esos que cantan en las azoteas)
sin que él te hubiera provocado,
sólo por atreverse a serlo ostensiblemente,
arrebato de indignación más previsible
en un facho de la Liga de la Decencia
que en un íntimo amigo de Gertrude Stein.
¿Cómo explicar esa absurda violencia?

Quizás al golpearlo arremetías
contra tu doble en un ring imaginario,
un Hemingay ambiguo y narcisista
de bíceps poderosos, como los de un atleta
en un film porno hard homosexual
a quien un negro sodomiza.

Juan José Hernández

tres para el último

Se nos acaba el año del calendario juliano. Me despido de él con una aportación triple: tres autores que, cada uno en su momento, ejercieron en este escribiente un gran impacto e influencia. Los pongo por el orden cronológico que para mí fueron. 

VACACIONES DE LA INTELIGENCIA

Durante algunos días
mandé a la inteligencia
de vacaciones.
No he bebido, ni escrito,
ni leído, no escuché
pintura, ni vi música.
Ocupado por esta
neuronal abstinencia,
abandoné a mi prójimo,
dejé de cabalgar
sobre la yegua muda
por lo que hablar no tuve,
sino soñarreando,
mirar escaparates
y habitarlos, rastrear
el polen y las sombras
en torno a las acacias de mi barrio.
Ahora que las playas se desnudan
ha regresado, tensa y bronceada, dispuesta y diligente como en lunes, cargada de regalos. Sin embargo,
de aquellas soledades y licencias
me ha quedado una sombra de presagio: tendría que mandarla de verano
quizás definitivamente
y poder asomarme a la ventana
sin ver abajo el puerto de la Estigia.

Juan García Hortelano

HACHE Y JOTA

Aquella noche Hyde y Jekyll
decidieron tomar un trago

silbó bajito el Dr. Jekyll
y dijo hoy me siento ufano
tengo tranquila la conciencia
la digestión de buen talante
creo que vivir vale la pena

bajó los ojos míster Hyde
y dijo torvamente mierda

luego elevaron las dos copas
de vino tinto y vino blanco
y brindaron por esa eterna
y saludable coincidencia

por fin salieron abrazados
como dos buenos enemigos
estornudaron al unísono
y se metieron en el hombre

Mario Benedetti

Quienes ponen
el cartón dentro del contenedor de plástico
y el vidrio lo mezclan con la basura orgánica
sencillamente son incapaces de poner el corazón en el viaje

la verdad en la calle
la mano en la caricia.

Jorge Riechamnn

μονοτονία

MONOTONÍA

A un día monótono otro
monótono, invariable sigue: Pasarán
las mismas cosas, volverán a pasar -
los mismos instantes nos hallan y nos dejan.
Un mes pasa y trae otro mes.
Lo que viene uno fácilmente lo adivina:
son aquellas mismas cosas fastidiosas de ayer.
Y llega el mañana ya a no parecer mañana.

C. Kavafis. Versión de Miguel Castillo Didier. 

torch song

Pocas veces, por no decir ninguna, he leído una descripción tan acertada del asunto. Uno a uno van desgranándose los tópicos de esas noches de alcohol, desamparo y rodada cuesta abajo. Y, claro, cantándola Dinah la cosa se pone seria. El final es apoteósico. Lástima para mí que no me guste la instrumentación, muy de la época y muy poco acorde a lo que ella va llorando hasta el lamento final.
Johnny Mercer sabía de qué hablaba, desgraciado talentoso en manos del alcohol. Análogamente para mi adorada Dinah.

Uuu, it's almost two
Been sittin' here wishing
That I could see you
That's why I'm drinking again
And thinkin' of when
You loved
Me
I'm havin' a few and wishing that you were here
I'm making the rounds and buying the rounds
For strangers
Yes, I'm being a fool just hoping that you'll appear
Sure, I can borrow a smoke
Maybe tell some joker a joke
But who's gonna laugh?
Who's gonna laugh at a broken heart?
That's why it's better
Drinking again
And thinking of when you left
Me
Can't you see I'm trying to make it on home
And we've got nothing but a memory
Maybe I can borrow a smoke
Maybe tell some joker a joke
But who's got the lure, the nerve to laugh at a broken heart?
That's why it's better
Drinking again
And thinking of when you left
Me
I'm trying to make it on home
With just a memory!
I know you heard me the first time!
I said I'm tryin' to make it on home
And ain't got nothing
Nothing but a memory

Drinking Again by Dinah Washington on Grooveshark

contra Jorge Manrique

Contra Jorge Manrique, podría llamarse el poema, haciendo un guiño a aquel de Contra JG de B. Contra la idea manriqueana, si es que existe este adjetivo. Viene al pelo el poema, tras el asomo del monstruo de nuevo.
Pocas veces dedico las entradas; esta vez sí:
Para  el chico de la pizza a la caída de la tarde, el que hace ya tiempo detectó que, o río, o nada. Con inmensa gratitud; con inmenso placer.

Nada saben los ríos ni los lagos
nada saben del mar
nadie diga a los ríos que su vida es morir
y su muerte es el mar

ser río es ir luchando por ser más río siempre
por ser -¿quién sabe?- el mar
ser río es ver pasar y ser pasando
ser río es ir dejando atrás el cauce necesario
el camino los árboles las piedras
ser río es ir buscando más árboles más piedras

ser río es ir abriendo camino para el río
recibiendo las aguas de los ríos que han sido y siguen siendo
ser río es preguntar vivir viviendo
sin aceptar jamás la respuesta del cielo
ser río es no ser lago defendiendo
la libertad del agua por encima de todo entre la tierra
ser río es ir dejando haber dejado
el mismo hilo para siempre por el mapa

ser río es ir viviendo hacía los ríos
hacia la mar
que es el vivir.

Jesús López Pacheco

¿qué es el paraíso?


" Porque el hombre es trascendencia, jamás podrá imaginar un paraíso. El paraíso es el reposo, la trascendencia negada, un estado de cosas ya dado, sin posible superación. Pero en ese caso ¿qué haremos?, Para que el aire sea respirable tendrá que dejar paso a las acciones, a los deseos, que a su vez tenemos que superar: tendrá que dejar de ser paraíso. La belleza de la tierra prometida es que ella prometía nuevas promesas. Los paraísos inmóviles no pueden prometer más que un eterno aburrimiento.
(...)
Si Dios es la infinitud y la plenitud del ser, no hay distancia entre su proyecto y su ser realidad, su voluntad es el fundamento inmóvil de su ser. Lo que quiere se hace, quiere cuanto es... Tal Dios no es una persona singular, es el universal, el todo inmutable y eterno. Y lo universal es silencioso... La perfección de su ser no deja ningún lugar al hombre porque el hombre no podría trascenderse en Dios si Dios ya está todo entero dado. En tal caso el hombre no es más que un accidente indiferente a la realidad del ser; está en la tierra como un explorador perdido en el desierto; puede ir a la derecha o a la izquierda, puede ir a donde quiera; jamás irá a ningún lugar y la arena cubrirá sus huellas. "

Simone de Beauvoir. Pyrrhus et Cinéas (fragmento)

la bolsa verde y los perros de Quentin



Lookin' back on the track for a little green bag
Got to find just that kind or losin' my mind
Outta sight in the night, outta sight in the day
Lookin' back on the track, gonna do it my way

Outta sight in the night, outta sight in the day
Lookin' back on the track, gonna do it my way
Lookin' back

Lookin' for some happiness but there is only loneliness to find
Jump to the left, turn to the right
Lookin' up stairs, lookin' behind

Lookin' for some happiness but there is only loneliness to find
Jump to the left, turn to the right
Lookin' upstairs, lookin' behind

Yeah
Lookin' back on the track for a little green bag
Got to find just that kind or losin' my mind
Outta sight in the night, outta sight in the day
Lookin' back on the track, gonna do it my way
Lookin' back on the track for a little, little green bag
Got to find just that kind or losin' my mind

All right

Lookin' for some happiness but there is only loneliness to find
Jump to the left, turn to the right
Lookin' upstairs, lookin' behind

los miedos de Constantino

Ventanas

En esas habitaciones oscuras donde vivo
pesados días, con qué anhelo contemplo a veces
las ventanas. -Cuándo se abrirá
una de ellas y qué han de traerme-.
Pero esa ventana no se encuentra, o yo no sé
hallarla. Y quizás mejor sea así.
Quizá esa luz fuese para mí otra tortura.
Quién sabe cuántas cosas nuevas mostraría.

Constantino Kavafis. Traducción de José María Álvarez.

la revelación de Silvio

la belleza de la inquietud

Fiendish wonder in the carnival's wake 
Though it caresses once again irritate 
Tread softly stranger 
Move over toward the danger that you seek 

You think excitement has receded 
And the mirror distracts 
The logic of the trance 
Quickly reaches and grasps 
Handsome and faceless 
And weightless, your imagination roams 

And now it's no ones fault but yours 
At the foot of the house of cards 
You thought you'd never get obsessed 
You thought the wolves would be impressed 
And you're a sinking stone 
But you know what it's like to hold the jeweller's hand 
That procession of pioneers all drowned 

In the moonlight they're more thrilling 
Those things that he knows 
As he leads you through the grinning 
Bubble blowers in the snow 
Watching his exit 
Is like falling off the ferry in the night 

The inevitables gather to push you around 
Any old voice makes a punishing sound 
He became laughter's assassin 
Shortly after he showed you what it was 

And now it's no ones fault but yours 
At the foot of the house of cards 
You thought you'd never get obsessed 
You thought the wolves would be impressed 
And you're a sinking stone 
But you know what it's like to hold the jeweller's hand 
That procession of pioneers all drowned 

If you've a lesson to teach me, 
I'm listening, ready to learn 
There's no one here to police me, 
I'm sinking in, until you return 
If you've a lesson to teach me, 
Don't deviate, don't be afraid 
Without the last corner piece I can't calibrate, 
Let's get it ingrained 

If you've a lesson to teach me, 
I'm listening, ready to learn 
There's no one here to police me, 
I'm sinking in, until you return 
If you've a lesson to teach me, 
Don't deviate, don't be afraid 
Without the last corner piece I can't calibrate, 
Let's get it ingrained 

If you've a lesson to teach me, 
I'm listening, ready to learn 
There's no one here to police me, 
I'm sinking in, until you return 
If you've a lesson to teach me, 
Don't deviate, don't be afraid 
Without the last corner piece I can't calibrate, 
Let's get it ingrained

de Novalis a Joaquín

El amor y la muerte:

El romántico asocia amor y muerte, como ocurre en el Werther de Goethe. El amor atrae al romántico como vía de conocimiento, como sentimiento puro, fe en la vida y cima del arte y la belleza. Pero el amor acrecienta su sed de infinito. En el objeto del amor proyecta una dimensión más de esta fusión del Uno y el Todo, que es su principal objetivo. Pero no alcanzará la armonía en el amor.
    El romántico ama el amor por el amor mismo, y éste le precipita a la muerte y se la hace desear, descubriendo en ella un principio de vida, y la posibilidad de convertir la muerte en vida: la muerte de amor es vida, y la vida sin amor es muerte.
    En el amor romántico hay una aceptación de la autodestrucción, de la tragedia, porque en el amor se deposita la esperanza en un renacer, en la armonía del Uno y el Todo. En el amor se encarna toda la rebeldía romántica: "Todas las pasiones terminan en tragedia, todo lo que es limitado termina muriendo, toda poesía tiene algo de trágico" (Novalis). En la muerte, el alma romántica encuentra la liberación de la finitud.

Extraído de aquí.

Yo no quiero un amor civilizado, 
con recibos y escena del sofá; 
yo no quiero que viajes al pasado 
y vuelvas del mercado 
con ganas de llorar. 

Yo no quiero vecínas con pucheros; 
yo no quiero sembrar ni compartir; 
yo no quiero catorce de febrero 
ni cumpleaños feliz. 

Yo no quiero cargar con tus maletas; 
yo no quiero que elijas mi champú; 
cortarme la coleta, 
mudarme del planeta, 
brindar a tu salud. 

Yo no quiero domingos por la tarde; 
yo no quiero columpio en el jardin; 
lo que yo quiero, corazón cobarde, 
es que mueras por mí. 

Y morirme contigo si te matas 
y matarme contigo si te mueres 
porque el amor cuando no muere mata 
porque amores que matan nunca mueren. 

Yo no quiero juntar para mañana, 
nunca supe llegar a fin de mes; 
yo no quiero comerme una manzana 
dos veces por semana 
sin ganas de comer. 

Yo no quiero calor de invernadero; 
yo no quiero besar tu cicatriz; 
yo no quiero París con aguacero 
ni te quiero sin ti. 

No me esperes a las doce en el juzgado; 
no me digas "volvamos a empezar"; 
yo no quiero ni libre ni ocupado, 
ni carne ni pecado, 
ni orgullo ni piedad. 

Yo no quiero saber por qué lo hiciste; 
yo no quiero contigo ni sin ti; 
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes, 
es que mueras por mí. 

Y morirme contigo si te matas 
y matarme contigo si te mueres 
porque el amor cuando no muere mata 
porque amores que matan nunca mueren.




Y si queremos hilvanar más aún, lo enlazamos con Derek, Audrey y Albert...

bizcotur

Muchos años después de la primera vez, volví a ver de nuevo La colmena, de Mario Camus. Y volví a emocionarme, a sorprenderme, a admirarme, atónito como un niño, embelesado por tanto talento junto y por la sabia dirección y recreación de aquel Madrid de posguerra. La novela la leí de joven, cuando empecé a descubrir la literatura, y recuerdo los días de lectura en la casa familiar del pueblo, la sensación de estar descubriendo algo grande, algo que perduraría para siempre.
El artículo que sigue, de El País.

Camilo José Cela interviene como actor en 'La colmena'

JOSÉ RAMON PÉREZ ORNIA, 17 ENE 1982

El escritor Camilo José Cela rodó ayer en los estudios Cinearte de Madrid una escena del largometraje La colmena. Se trata de una adaptación de su propia novela para el cine y la televisión, según el guión escrito por José Luis Dibildos, que dirigirá Mario Camus. La película está producida mediante un contrato de cesión de derechos entre Agata Films y RTVE. Carlos Robles Piquer, director general del Ente Público RTVE, presenció durante una hora el rodaje y anunció que este mismo año se estudiará la posibilidad de coproducir con la industria cinematográfica española series para televisión y largometrajes por un importe equivalente o superior a los 1.300 millones de pesetas del concurso convocado por el Ministerio de Cultura en 1979, gracias al cual se está produciendo actualmente, entre otros programas, el filme La colmena.
Carrilo José Cela llegó a los estudios Cinearte, situados en la plaza Conde de Barajas -"junto a la casa donde vivía María Zambrano", comenta Cela- poco antes de las ocho de la mañana y estuvo en el plató durante algo más de tres horas. El maquillador le cortó suavemente las puntas del pelo; le vistieron con una bufanda negra y con un abrigo "siniestro", de la época; le cambiaron los gemelos, el reloj y las gafas y entró en el primero de los decorados de la película: el café de Doña Rosa.Estamos en la Semana Santa de 1942, época en la que se desarrolla la acción de La colmena,"entre un torrente, o una colmena, de gentes que a veces son felices, y a veces, no", como escribió Cela en la nota a la primera edición de su novela publicada en Argentina. La secuencia 34 sucede en el interior del café de Doña Rosa. Un escenario que refleja a la perfección el Madrid de la posguerra, el hambre, el cansancio y la lucha por sobrevivir del pueblo español. "Además del público habitual hay otro nuevo, de paso", escribe en el guión José Luis Dibildos, también productor de la película; "señoritas con mantilla, matrimonios y familias, que descansan un rato entre visita y visita a los Monumentos".
Hay también en el plató unos militares vestidos con uniforme de gala. Camilo José Cela se sienta en una de las veintitantas mesas, la de los poetas, para dar vida al personaje Matías Martí. Ricardo Sorbedo (interpretado por Francisco Rabal), poeta bohemio -un extraño tipo, medio mendigo y medio artista, que malvive del sable, del candor y de la caridad de los demás- le presenta a Don Ibrahim de Ostolaza, (interpretado por Luis Escobar), un jurista que tiene ya preparado su discurso de ingreso en la Academia de Jurisprudencia.
Luis Escobar saluda a Cela: "Encantado de conocer a otro poeta". Y Cela responde, firme, seguro, sin necesidad de recitar, aunque con cierta indignación, como exige el guión: "¿Poeta yo ... ? ¡Por favor! Nunca he escrito tres palabras juntas. Yo invento palabras, pero una a una. Y se las entrego a los demás. Jamás las uso yo. Me limito a enriquecer el léxico patrio. ¡Es mi misión!".
Don Ibrahim está desconcertado e interviene, de nuevo, Don Ricardo: "Matías es un suministrador de materia prima del lenguaje. Lo que hizo Isaac Peral con el submarino, Matías Martí lo hace con las palabras". Entra en escena otro de los poetas de la mesa, Maello, personaje que interpreta Francisco Algora, para añadir: "Ya lleva inventadas más de mil". Y Rubio Antofagasta, interpretado por Mario Pardo, el quinto de los contertulios, agrega: "Por favor, Matías. Dále la última a Don Ibrahim".
Camilo José Cela tiene su segunda intervención: "¡Bizcotur!". Luis Escobar, asombrado, pregunta: "¿Cómo dice?". Y Cela explica: "Bizcotur. Dícese de aquel que, amén de bizco, es atravesado, ruín y turbulento. Se la regalo". Cela añade, en una de las tomas, una morcilla no prevista en el guión: "Usase también como sustantivo".
Más tarde Agustín González amenaza con denunciar a López Vázquez por haberle estafado con una pluma que le costó doscientas pesetas y que "ni ha venido en el Clipper de Nueva York, ni ha viajado en el Lusitania Express, ni es americana, ni es una parker, ni es una pluma estilográfica". López Vázquez disuade a su cliente exhibiendo su insignia de ex-cautivo, con el yugo, las flechas y las cadenas visibles. Senillosa, diputado de Coalición Democrática y, el humorista Mingote intervendrán también como actores. Senillosa acudió ayer a los estudios para probarse el vestuario.
Es la segundavez que se adapta una novela de Cela para el cine; la primera fue La familia de Pascual Duarte, dirigida por Ricardo Franco en 1975 e interpretada por José Luis Gómez. Cela ha intervenido como actor, anteriormente, en otras tres, El sótano, Facultad de letras y Manicomio. "Me limité a poner la cara", comenta Cela después del rodaje. "Intervine enManicomio porque el director rne dijo que necesitaba una persona que comiese hierbas y tirase coces. Le dije que no tenía inconveniente. Recuerdo que mientras interpretaba la escena mandé de una patada al Hospital Provincial a una actriz secundaria, y septuagenaria, que estaba detrás de mí y a la que no había visto".
"Es perfecto. No lo han podido hacer mejor. Han respetadp muy bien el texto de la novela. El decorado del café, el vestuario, son idóneos y reflejan muy bien el ambiente de la novela", comenta Cela a propósito de la puesta en escena y del trabajo del equipo que dirige Mario Camus.
Carlos Robles Piquer acudió a los estudios acompañado de Manuel Calvo Hernando, director de Televisión Española, y de Juan Manuel Martín de Blas, director de Programas y Producciones Experimentales de TVE, de quien dependen las coproducciones con cargo a los citados 1.300 millones de pesetas. Robles Piquer, a preguntas del actor José Sacristán, dijo que estos acuerdos con la industria del cine "son una gran experiencia y hay que repetirla". El director general de RTVE informó que este mismo año se estudiará un plan para producir nuevas obras con la industria del cine con presupuestos posiblemente superiores a los 1.300 millones de pesetas que salieron a concurso en 1979.


añoranza de abuela

Flor y cronopio.

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: «Es como una flor».

Julio Cortázar

en el solsticio de invierno

Lago canadiense. Tarjeta postal

No te verán los ojos sino las cámaras fotográficas
lago entre las montañas más viejas de la tierra
cargadas de hombros pero cubiertas siempre
por una juventud de árboles interminable
no te verán isleta juguete de las aguas
paraíso pequeño para niños que sueñan con canoas
no te verán cuando al amanecer las hijas
recién nacidas de las nubes
vuelan y bailan al ras de las olas iguales y pequeñas
dibujadas por un indio que ya no viene a verlas
no te verán aunque te miren un momento
desde alguna terraza:
se taparán un ojo y cerrarán el otro
apretarán la palanquita y sonará
el ruidito más seco y más frío de este mundo.
Yo te he visto con los ojos abiertos
hasta la cámara clara de mi corazón,
y te he dejado entrar en silencio y despacio,
porque quiero llevarles, también, a los que amo
tu belleza de tarjeta real
pequeño lago canadiense.

Jesús López Pacheco