Tanto la goethita como la lepidocrocita son oxihidróxidos de hierro (III), esto es, FeO(OH). La primera debe su nombre a quien aparenta debérselo; la segunda tiene un nombre con dos raíces griegas: escama y fibra, por ese orden.
De aquí hacia abajo, la primera mitad, las del romántico alemán. El resto, las otras.