De vidas cortas y romanticismos impenitentes. Enlazados por la complicidad, uno con su caballete y el otro con su partitura, Víktor y Modesto. El primero se fue antes, demasiado antes, y dejó al segundo cojo, tullido durante siete años y medio más. Previamente, en la retrospectiva, ideó esto que suena. Mauricio, pájaro olfativo, la orquestó, que inicialmente iba solo para piano.
Concierto de año nuevo, día más dos.